Un equipo de científicos chinos ha desarrollado una innovadora terapia celular que promete ser más rápida, accesible y menos costosa que los tratamientos actuales para cánceres hematológicos, asma y otras enfermedades graves. Los hallazgos de este avance fueron publicados en la prestigiosa revista The Lancet.
Esta nueva técnica representa un salto significativo respecto a la terapia CAR-T tradicional, que si bien es efectiva, es altamente personalizada y requiere un proceso complejo y prolongado. La innovación se basa en un vector viral genéticamente modificado que actúa directamente dentro del cuerpo del paciente. Este vector localiza las células T del paciente y las reprograma in situ para que expresen un receptor capaz de identificar y atacar células cancerosas.
A diferencia del proceso tradicional CAR-T, que puede tardar entre tres y seis semanas debido a la extracción de células, su modificación genética en laboratorio y la quimioterapia previa a la transfusión, esta nueva técnica reduce el proceso a tan solo 72 horas, eliminando varios de esos pasos. Esto la posiciona como un tratamiento más estandarizado y «listo para usar».
El avance fue probado en un ensayo clínico de fase 1 con cuatro adultos diagnosticados con mieloma múltiple, el segundo tipo de cáncer de sangre más común. Los pacientes recibieron una única infusión intravenosa del nuevo vector viral entre el 19 de noviembre y el 20 de enero pasados.
Los resultados iniciales son prometedores: hasta el 1 de abril, los cuatro pacientes habían completado dos meses de seguimiento. Dos de ellos lograron una remisión completa, con la desaparición total de las lesiones tumorales, mientras que los otros dos experimentaron una remisión parcial, con una reducción significativa de los tumores en 28 días.
Los autores de la investigación subrayan que, si esta terapia demuestra su eficacia en ensayos clínicos más amplios, podría «transformar completamente» el modelo actual de terapias celulares. Además de acelerar el tratamiento, se estima que esta nueva técnica podría reducir los costos en más del 80 %, lo que facilitaría un acceso mucho mayor a estos tratamientos vitales, especialmente en sistemas de salud con menos recursos. Este avance abre una nueva esperanza para millones de pacientes en todo el mundo.
Con información de agencias



