La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), ha emitido una alerta internacional sobre la expansión y el desplazamiento de la Anomalía Magnética del Atlántico Sur (AMAS), un fenómeno que debilita el campo magnético terrestre y podría afectar a varios países de América del Sur.
La AMAS, observada por primera vez en 1958, ha sido objeto de intensa investigación por parte de la NASA desde 2020. Científicos han utilizado herramientas avanzadas como los satélites Swarm e ICO, para monitorear el comportamiento de esta irregularidad, que ahora muestra una división en dos núcleos diferenciados. La preocupación principal radica en que la anomalía ha expandido su tamaño y se ha desplazado aproximadamente 20 kilómetros hacia el oeste, aumentando su impacto potencial.
¿Qué es la Anomalía Magnética del Atlántico Sur (AMAS)?
La AMAS es una región donde el campo magnético de la Tierra, es significativamente más débil de lo normal. Esta debilidad compromete la protección natural del planeta contra las partículas solares y la radiación espacial. En consecuencia, las zonas afectadas por la AMAS experimentan un incremento en la radiación cósmica.
Impacto en la tecnología y la vida cotidiana
El principal riesgo de la AMAS se presenta en el funcionamiento de satélites y sistemas de navegación. La mayor exposición a la radiación cósmica en la zona de la anomalía puede provocar:
- Interferencias tecnológicas: Los satélites de órbita baja y algunos sistemas de telecomunicaciones son particularmente vulnerables, pudiendo experimentar fallas o interrupciones en su operación.
- Fallas en sistemas GPS y satélites: La exposición prolongada a la radiación podría dañar componentes electrónicos sensibles, generando errores en la navegación y las telecomunicaciones.
- Afectación a vuelos de gran altitud: Las aeronaves que transitan por las zonas impactadas podrían sufrir interferencias severas, lo que podría requerir ajustes en sus rutas para garantizar la seguridad.
- Compromiso de servicios de comunicación: Expertos advierten que el avance de la AMAS podría comprometer las redes de datos, las transmisiones satelitales e incluso el servicio de internet en algunas regiones.
Aunque los efectos directos en la vida cotidiana no sean inmediatamente perceptibles, los riesgos indirectos son significativos y podrían impactar la conectividad y la seguridad en la región. La Nasa, continuará monitoreando de cerca la evolución de la AMAS para evaluar sus posibles consecuencias
Con información de agencias
