Un nuevo récord mundial ha sido establecido en Ohio con el nacimiento de Thaddeus Daniel Pierce, un bebé que llegó al mundo el pasado 26 de julio. Lo extraordinario de su nacimiento es que proviene de un embrión que estuvo criopreservado durante 31 años, superando el récord anterior por un amplio margen.
El embrión de Thaddeus, fue creado en 1994, mediante un programa de fecundación in vitro por sus padres biológicos. De los cuatros embriones formados, uno resultó en el nacimiento de una hija, y los tres restantes fueron congelados en nitrógeno líquido. La madre biológica, Linda Archerd, mantuvo el pago para su conservación durante décadas, refiriéndose a ellos como sus «tres pequeñas esperanzas».
Finalmente, en 2022, uno de estos embriones fue asignado a Tim y Lindsey Pierce, una pareja de Ohio que había luchado durante siete años por concebir. Tras completar todos los procedimientos médicos y legales, el embrión fue transferido con éxito al útero de Lindsey, quien llevó el embarazo a término y dio a luz a un bebé sano y robusto.
Este caso marca un hito en la medicina reproductiva, demostrando la viabilidad a largo plazo de los embriones criopreservados. El récord anterior era de Molly Gibson, quien nació en 2020 de un embrión congelado por 27 años. Molly, a su vez, había superado a su hermana Emma Wren Gibson, nacida en 2017 de un embrión congelado por 24 años.
El nacimiento de Thaddeus Daniel Pierce, no solo es un triunfo para la ciencia, sino también una historia conmovedora de esperanza y perseverancia, que ofrece nuevas posibilidades a futuras familias.
Con información de agencias
