El Liverpool, actual campeón de la Premier League, inauguró su temporada con una dramática victoria por 4-2 sobre el Bournemouth en un partido repleto de emociones, que incluyó emotivos homenajes a la memoria de Diogo Jota y una denuncia de abuso racial por parte de un jugador.
El encuentro, el primero en el icónico Anfield desde el trágico fallecimiento de Jota y su hermano André Silva en un accidente automovilístico el pasado 3 de julio, fue un momento de profunda emotividad. Antes del pitido inicial, los aficionados formaron las iniciales “DJ20” y “AS30” en las gradas, en honor al popular jugador y a su hermano, durante un minuto de silencio que conmovió a todo el estadio.
El partido en sí mismo fue un torbellino de emociones. El Liverpool se adelantó con goles de Hugo Ekitike y Cody Gakpo, poniendo el marcador 2-0 a su favor. Sin embargo, el juego se detuvo en el minuto 28 después de que el delantero del Bournemouth, Antoine Semenyo, informara al árbitro Anthony Taylor sobre un presunto insulto racista proveniente de un aficionado. Semenyo, de raza negra, visiblemente afectado, fue consolado por sus compañeros de equipo y, con admirable fortaleza, continuó el juego. Su reacción fue aún más impactante, pues anotó dos goles a los minutos 64 y 76, igualando el partido y poniendo en peligro la victoria del Liverpool.
Justo cuando parecía que el Bournemouth arrebataría un punto, los Reds demostraron su mentalidad de campeón. Los goles de Federico Chiesa y el decisivo tanto de Mohamed Salah después del minuto 88, sellaron la victoria para el Liverpool, culminando un partido que será recordado tanto por el drama en el campo como por los momentos de profundo significado humano fuera de él.
Con información de agencias
