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Ciudad Bolivar
miércoles, diciembre 10, 2025

Calle Venezuela: Entre la creciente del Orinoco y la resiliencia de comerciantes

La calle Venezuela de Ciudad Bolívar en el tramo que va desde la famosa esquina del antiguo Coloso hasta el cruce con la calle Dalla Costa, y unos metros más adelante, ha sido de las más afectadas por el desborde de los drenajes como consecuencia de la creciente del río Orinoco en este 2025.

En dicho perímetro existe una cantidad importante de comercios que luchan para mantenerse a flote ante una de las escenas más marcadas de la crecida del río padre: un río de aguas turbias corre en plena calle con fuerza, impidiendo el libre tránsito por el lugar y el flujo normal de visitantes, lo que ha afectado sus ventas en las últimas semanas.

Aunque se han improvisado caminos con sacos de arena y piedras, muchas personas temen pasar por el lugar; los más osados se atreven a cruzar “el río”, unos con éxito y otros no. “Ya son varias las personas que se han caído. Ayer se cayó un señor de espalda, fue aparatoso”.

Por su parte, decenas de bolivarenses siguen acudiendo al centro de la ciudad para disfrutar del espectáculo natural que representa la crecida del Orinoco y aprovechan para hacer compras, aunque muchos evitan pasar por el mencionado tramo.

Puestos de comida rápida fueron reubicados
Algunos comerciantes informales, como los vendedores de comida rápida y frutas, fueron reubicados debido a la inclemencia del agua en el lugar.

“Era imposible seguir trabajando aquí con ese torrencial. Era exponernos a un problema de salubridad y a perder nuestras mercancías porque nadie en su sano juicio se iba a parar acá a comprar nada, es que hasta para nosotros era imposible estar en nuestros puestos”, detalló una de las vendedoras, quien se identificó como Maricarmen y destacó que dejar de trabajar no era una opción porque “se trata del sustento a nuestros hogares”.

Por su parte, los encargados de tiendas, farmacias, expendios de comida, ventas de accesorios para teléfonos, zapaterías, entre otros negocios que hay en la zona afectada, coincidieron en que han visto mermar las ventas.

“La gente muy poco camina hasta esta altura. Hemos sido de los más afectados. Sin embargo, seguimos esperanzados en que el río comience a cabecear y baje, para volver a la normalidad. No queremos vernos obligados a cerrar”, expresó una de las comerciantes entrevistadas, encargada de una venta de ropa íntima.

Drenajes afectados
Alberto Rivas, quien es vendedor de prendas, detalló que en algunos comercios los drenajes se han visto afectados, así como las tanquillas del sistema eléctrico. “Hay tiendas en las que está limitado el uso de los baños”, afirmó.

Otro inconveniente también lo representa el despacho de mercancía, que se ha vuelto una labor titánica en el mencionado tramo debido a que, “la única forma de bajar algo de los camiones es metiéndose en esas aguas”.

Santamarías arriba
Los comerciantes afectados, mantienen la esperanza de seguir trabajando, pese al desborde. Alegan que mientras no haya malos olores y se pueda permanecer en el lugar continuarán con las santamarías arriba, adaptándose al panorama.

Por último, pidieron que luego de que pase la creciente se tomen previsiones en cuanto a mejoras en los sistemas eléctricos subterráneos y los drenajes del lugar para evitar escenarios similares en el futuro.

Sin lugar a dudas, la creciente del Orinoco en este 2025, que ya sobrepasa los 18 metros sobre el nivel de mar, ubicándose en alerta roja frente a Ciudad Bolívar, ofrece un espectáculo inigualable que ha dejado numerosas imágenes y videos que quedarán en el recuerdo, dentro de ellas, las del tramo de la calle Venezuela que muestra la cara de la imponencia de la naturaleza y la de una economía que busca mantenerse a flote pese a la adversidad.

Gledis Bonilla

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