El secretario general de la ONU, António Guterres, instó este jueves a Estados Unidos y Venezuela a resolver sus diferencias por la vía del diálogo y medios pacíficos.
La declaración surge en un contexto de creciente tensión bilateral, tras el anuncio del despliegue de tres destructores estadounidenses con más de 4,000 efectivos hacia las costas venezolanas, cuya llegada está prevista para este fin de semana.
Durante una rueda de prensa en la sede de la ONU, la portavoz adjunta, Daniela Gross, afirmó que el secretario general sigue «muy de cerca» los recientes acontecimientos entre ambos países. Gross transmitió el llamado de Guterres a «desescalar las tensiones y ejercer la máxima contención», evitando responder si el despliegue militar estadounidense representa una violación de la Carta de las Naciones Unidas.
La situación se ha intensificado en los últimos días. El pasado 8 de agosto, Estados Unidos aumentó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del presidente venezolano, Nicolás Maduro. En respuesta, Maduro ordenó la movilización de cuatro millones de milicianos, calificando las acciones de Washington como «amenazas».
Adicionalmente, el director de la DEA, Terry Cole, declaró en Fox que Venezuela se ha convertido en un «estado narcoterrorista», acusándola de colaborar con grupos como las Farc y el ELN de Colombia para el tráfico de cocaína.
Venezuela, por su parte, ha recibido el respaldo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), así como de aliados como China e Irán, quienes han manifestado su solidaridad frente al despliegue militar. La preocupación internacional persiste, mientras la comunidad global espera que ambas naciones eviten una escalada que pueda desestabilizar la región.
Con información de agencias
