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Ciudad Bolivar
sábado, diciembre 6, 2025

Bolivarenses comienzan a extrañar ir al paseo Orinoco

‎¡Desolador! Así luce el panorama en el paseo Orinoco y sus calles adyacentes.
‎En las calles del centro de la ciudad solo se percibe un inquietante silencio, que deja claro cómo el hombre debe doblegarse ante la imponencia de la naturaleza y de un río Orinoco que en este 2025 reclama su cauce.

‎Un escenario inédito que ha dejado a los bolivarenses sin ese lugar que siempre ha sido el epicentro de la distracción, del comercio, testigo de gratos encuentros y de las historias que, día a día, marcan la vida en la capital histórica de Venezuela y en sus habitantes.

‎“Hace falta ir al paseo”

‎“Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, reza el adagio popular que , hoy cobra vigencia, ante la imposibilidad de los bolivarenses de poder decir: ¡Voy al paseo!

‎Comercios cerrados, santamarías abajo, agua por doquier y efectivos de la Guardia Nacional en cada esquina, es el panorama que hoy ofrece el centro de la ciudad ante la alerta roja por la crecida del Orinoco, que trajo como consecuencia el cierre temporal de la zona comercial por excelencia para los citadinos, como medida de seguridad por parte de las autoridades competentes.

Muchos lugareños acuden aun al centro con la esperanza de encontrar «algo abierto». Algunos preguntan: ¿Cómo está eso por la calle Venezuela? La respuesta: Por ahí lo que hay es agua.

‎»Me da tristeza porque al principio lo vi como algo normal, pero ya con el paso de los días comienza a hacerse sentir la falta que hace el centro”, expresó Milena Rodríguez, quien caminaba con su hija y no le quedó otra opción que retornar a su casa al ver que todo estaba cerrado.

‎»Aunque sea para venir a ver las especies, como decimos comúnmente, pero hace falta el paseo. No sabía lo valioso que era hasta hoy que no puedo ir a visitarlo», agregó Carmen Salazar.

‎Un contexto atípico

‎Otra cara de este contexto la muestran quienes hacen vida en las calles y pasajes del centro de la ciudad.

‎Ahora es común encontrar vendedores de café, cigarrillos, prendas, entre otros enseres, cerca de la nueva parada en la Av. Cumaná cruce con Av. 5 de julio.

‎»No podemos detenernos. Hay que seguir produciendo, pero no es igual. Hace falta la gente», dijo con tristeza un vendedor que se identificó como Williams.

‎Ya sea por desconocimiento o por osadía, algunas personas penetran las calles anegadas del centro, solo para darse cuenta que todo está cerrado.
‎»La moraleja es que ante la furia de la naturaleza nadie puede». «Extraño ir al paseo. Ojalá esto pase pronto».

‎‎La buena noticia

‎Aunque  reina la incertidumbre de saber cuándo terminará la pausa y volverá a operar el comercio con normalidad en el centro de Ciudad Bolívar, la comunidad se muestra optimista dado que, en los últimos días el nivel del río ha ido en descenso.

‎Gledis Bonilla

Roelsi Gudiño
Roelsi Gudiño
Periodista, Productora Audiovisual, Fotográfa, Marketing Digital, Creador Digital
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