Los casos de tosferina en las Américas ascendieron drásticamente en el último año, por lo que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reiteró la importancia de fortalecer la vacunación y los sistemas de vigilancia.
«La vacunación, la vigilancia y el uso responsable de los antibióticos son fundamentales para evitar que la tosferina vuelva a convertirse en una amenaza grave de salud pública. Aún estamos a tiempo de contener este problema, pero necesitamos actuar: aumentar la cobertura vacunal, fortalecer la detección temprana y mejorar nuestra capacidad de respuesta ante brotes”, afirmó la jefa del Programa Especial de Resistencia Antimicrobiana de la OPS, Pilar Ramón-Pardo.
Datos oficiales muestran que, de cuatro mil 139 casos reportados en 2023, la cifra se elevó a 43 mil 751 en 2024, y en los primeros siete meses de 2025 se notificaron más de 18 mil 595 contagios y 128 defunciones en nueve países de la región.
También conocida como coqueluche o tos convulsiva, esta enfermedad puede prevenirse con tres dosis de la vacuna DPT en niños menores de un año, y refuerzos durante la infancia y la adolescencia. Aun así, en personas infectadas —especialmente en lactantes— puede causar cuadros graves, con riesgo de complicaciones o incluso la muerte.
Según los expertos, este resurgimiento está relacionado con la disminución de las tasas de vacunación y resalta la necesidad de reforzar la vigilancia activa y estandarizada.
Desde 2024, se han reportado casos en Brasil, Estados Unidos, México y Perú.
Con información Prensa Latina



