La ciudad de Tianjin se ha convertido en el epicentro de la diplomacia global al recibir a líderes y representantes de más de 20 países y 10 organizaciones internacionales para la 25.ª cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Este evento, que se celebra del domingo 31 de agosto al lunes 1 de septiembre, se perfila como la reunión más grande en los 24 años de historia de la organización.
La cumbre, la quinta que China acoge, ha congregado a figuras de alto perfil. Entre los asistentes confirmados se encuentran el presidente chino, Xi Jinping; el mandatario ruso, Vladímir Putin; el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian; y el de Bielorrusia, Alexander Lukashenko. La presencia de estos líderes subraya la importancia de la OCS como una alianza regional enfocada en la seguridad y la economía.
Asistencia de líderes clave y agenda de cooperación
La lista de participantes de alto nivel incluye también al secretario general de la ONU, António Guterres, y al primer ministro de Egipto, Mostafa Madbouly, quienes ya han llegado a la ciudad. Un punto destacado es la asistencia del primer ministro de la India, Narendra Modi, en su primera visita a China en siete años, lo que refuerza el compromiso de la India con la cooperación regional.
Se espera la llegada de líderes de otras naciones clave, incluyendo Turquía, Mongolia, Serbia y del sudeste asiático, como Malasia, Indonesia y Vietnam.
La agenda de la cumbre se centra en profundizar la cooperación multilateral bajo el «espíritu de Shanghái». Los líderes discutirán temas de seguridad y economía, buscando fortalecer la alianza que, en conjunto, representa el 23% del PIB mundial y el 42% de la población del planeta.
En una muestra de su compromiso con la estabilidad económica global, los Estados miembros de la OCS reafirmaron en abril de 2025 su apoyo a un sistema de comercio multilateral «abierto, transparente, justo, inclusivo y no discriminatorio», destacando la Organización Mundial del Comercio (OMC) como pilar fundamental de una economía global abierta.
Esta cumbre en Tianjin no solo es un hito por su magnitud, sino también una plataforma crucial para que las naciones miembros aborden desafíos comunes y promuevan una visión de cooperación y desarrollo conjunto.
Con información de agencias



