Cuando se habla de fiebre aftosa, comúnmente se piensa en su impacto directo sobre el ganado y la producción pecuaria. Sin embargo, la realidad es que el estatus de un país como zona libre de esta enfermedad viral contagiosa representa un pilar estratégico para el desarrollo económico y la competitividad en diversos sectores, mucho más allá del agropecuario.
Así lo destacó el presidente de la Federación de Productores Agropecuarios de Bolívar (Feproagro Bolívar), Pedro Díaz, quien subrayó que la certificación como zona libre de fiebre aftosa “no es un beneficio exclusivo para los ganaderos, sino para toda la sociedad”. Según explicó, alcanzar y mantener este estatus genera una red de oportunidades que se extiende a múltiples áreas: desde el ferretero que suministra materiales, el veterinario que presta sus servicios, hasta el hotelero que recibe a los inversionistas interesados en explorar el potencial de la región.
La importancia de este reconocimiento radica en que protege la producción animal, garantiza la salud pública y fortalece la seguridad alimentaria. Además, abre las puertas a nuevas inversiones en sectores clave. Por ejemplo, los frigoríficos se verían impulsados para procesar la carne destinada a la exportación, mientras que proyectos como un puerto de aguas profundas serían fundamentales para facilitar el comercio internacional.
En este escenario, se crea una infraestructura sólida que impacta positivamente en la economía nacional y regional, generando empleo y crecimiento.
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