Lo que durante años fue una rareza en Venezuela, hoy se ha convertido en una práctica cada vez más común: acceder a financiamiento para compras cotidianas. Según datos de la plataforma Cashea, más de 7,8 millones de usuarios utilizan su aplicación para adquirir productos a crédito, con un promedio de 3.600 operaciones por hora y una morosidad inferior al 1%.
La herramienta se ha posicionado entre los establecimientos comerciales como una opción viable para quienes no cuentan con poder adquisitivo suficiente, especialmente en un contexto donde el salario mínimo mensual es inferior a un dólar, mientras que la Canasta Alimentaria supera los USD 500 para una familia de cinco personas.
Testimonios de una generación que accede al crédito por primera vez
Roraima Colina, usuaria de la aplicación y parte de la generación Z, afirma que nunca había tenido acceso a financiamiento. “Mi primera compra fueron unos zapatos deportivos para correr. Me funcionó súper bien porque me cuesta más ahorrarlos que dar una inicial y saber que todos los meses tengo que organizar mis finanzas para dar las cuotas”, relató a Banca y Negocios.
La joven destaca que el sistema le permite adquirir más productos en tiendas por departamento, incluso aquellos que no estaban en su lista inicial, gracias a la flexibilidad del crédito.
Uriel Maldonado, otro usuario, utiliza la app principalmente para compras del hogar como mercados, electrodomésticos o repuestos para vehículos. “Muy poco la uso en cosas personales tipo ropa”, comenta.
Peggy Mujica, quien se unió a la plataforma en 2023, recuerda que su primera compra fue de USD 90 y que, al pagar puntualmente, fue ascendiendo de nivel. Actualmente, se encuentra en el nivel seis, lo que le permite acceder a modalidades de pago más amplias. “Esto me facilitó comprar cosas para las cuales antes no tenía el poder adquisitivo necesario”, afirma.
Manuel Pinto, también usuario desde hace un año, señala que la app ha sido clave para las compras familiares. Aunque prefiere pagar de contado los suplementos deportivos por sus costos elevados, considera que el financiamiento es una “muy buena alternativa” en una economía con bajo flujo de dinero. “Sí me gustaría que pusieran más cuotas en la línea cotidiana, porque a veces uno se queda corto”, sugiere.
Con información de Banca y Negocios



