Por: Francisco Delascio Chitty
Árbol peremmifolio; tronco de formas caprichosas, muy sui géneris, corteza lisa, grisácea-marrón, escamosa, caediza. Hojas coriáceas, orbiculares a obovada-reniformes, de 25 cm de diámetro, verde oscuro, nerviación rojiza, las jóvenes con tonalidad bronce. Flores dioicas, blanco-verdosas en inflorescencia péndula. Fruto ovoide, rojo-purpúreo, carnoso 1-2 cm long. Semilla elipsoidal.
La Uva de playa, Uvero, Uvero macho, Uva de costa, Uva caleta, Cumare o Hicaco de playa; taxonómicamente es Coccoloba uvifera, el primer epíteto deriva del griego “kokkos”, fruto redondeado y “lobos”, lóbulo, aludiendo a la forma del fruto; mientras que uvifera, proviene del latín y se traduce como portadora de frutos parecidos a la Uva (Vitis vinifera).
Es originaria de la América tropical, se localiza en México, sur de Florida, Bahamas, Antillas, Centro y Suramérica. En Venezuela se desarrolla entre los 0-200 m de altitud, en playas arenosas y rocallosas del Litoral venezolano, incluyendo Islas y Dependencias Federales; bajo cultivo prospera en diferentes entidades del país.
Su madera es rojiza, se emplea en carpintería, ebanistería, construcciones varias y como leña o brasa para asar alimentos. La corteza tiene aplicaciones en la curtiembre. La misma y sus hojas en decocción se usan contra las enfermedades de transmisión sexual, diarreas, disentería e inflamaciones de la úvula o campañilla.
Las hojas se emplean para envolver, hacer vasos provisionales, preparar emplastos para reducir furúnculos; y su decocción para lavar úlceras y heridas. Estudios farmacognósticos de corteza, hojas y frutos de la planta evidencian la potencialidad de sus polifenoles (compuestos químicos vegetales) contra patologías como Alzheimer, Parkinson, Cardiopatías y Cáncer.
Sus frutos son consumidos como fruta fresca y bajo la forma de dulces, mermeladas, refrescos, jugos e incluso para confeccionar bebidas alcohólicas. Las flores productoras de néctar la hacen una especie atractiva en la apicultura, su miel posee un color ámbar con sabor especiado, algo picante.
Este árbol, gracias a su tolerancia a la salinidad y pocas exigencias de mantenimiento, es básico en la restauración de suelos costeros, sus raíces fijan la arena evitando la erosión eólica. Por su estética visual (porte, follaje, flores, frutos y más), se emplea como árbol de sombra en la ornamentación de espacios públicos y privados, aisladamente o formando setos y rompe vientos; aquí, en Ciudad Bolívar, Paseo Meneses cruce con Cruz Verde, prosigue disfrutando su existencia un vetusto Uvero en el jardín de una vivienda.
Esta especie es el árbol emblemático del estado La Guaira (pretéritamente Vargas, hasta el 14 de junio del 2019). Refiere una anécdota que los conquistadores, notarios, letrados y abogados, extraían de la corteza de este árbol una especie de tinta y con ella, firmaban convenios donde entregaban tierras, solares, encomiendas y esclavizaban a los indios.
Por tanto, los Uveros de playas crecen sinuosos y tortuosos, como un recordatorio de esos maquiavélicos personajes que retorcían las leyes.
