Cada 13 de septiembre, el mundo rinde homenaje a uno de los placeres más universales y versátiles: el chocolate. El Día Internacional del Chocolate coincide con el natalicio de dos figuras clave en su historia y narrativa: el escritor británico Roald Dahl, autor de la icónica novela “Charlie y la fábrica de chocolate”, y el empresario estadounidense Milton Hershey, fundador de una de las compañías chocolateras más grandes del mundo.
De la moneda a la delicia universal
El cacao, originario de América, fue considerado sagrado por las civilizaciones precolombinas, quienes no solo lo usaban en rituales religiosos, sino que incluso lo empleaban como moneda de intercambio. Con la llegada de los europeos, su consumo se expandió rápidamente, transformándose en el chocolate que hoy conocemos en sus múltiples formas: tabletas, bebidas, rellenos y sofisticadas creaciones de alta cocina.
Venezuela: un legado de cacao criollo
En Venezuela, el cacao tiene un lugar especial. El cacao criollo, cultivado en regiones como Barlovento, Sur del Lago y Paria, es reconocido mundialmente por su excepcional calidad y aroma. Su producción no es solo una tradición agrícola de gran valor, sino también una expresión profunda de la identidad cultural y un importante motor económico para el país.
Un alimento para el alma y el cuerpo
Más allá de su exquisito sabor, el chocolate ha sido estudiado por sus beneficios. Es conocido por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para estimular la producción de serotonina, el neurotransmisor asociado con la felicidad. Así, el chocolate se ha convertido en sinónimo de celebración, afecto y creatividad, un alimento que deleita tanto al paladar como al espíritu.
Con información de agencias
