Detrás del brillo y el color vibrante de las uñas en gel, se esconden sustancias químicas que representan un riesgo significativo para la salud. En un movimiento crucial para la protección del consumidor, la Unión Europea (UE) ha prohibido el uso de un ingrediente clave en los esmaltes de uñas en gel, marcando un precedente importante en la industria cosmética.
La prohibición se dirige al óxido de trimetilbenzoil difenilfosfina (TPO), un fotoiniciador esencial para el secado de los geles bajo luz UV. La Comisión Europea ha clasificado el TPO como un «tóxico para la reproducción», un hallazgo que ha impulsado la medida regulatoria.
El riesgo detrás del brillo
Durante años, los científicos y activistas han advertido sobre el «trío tóxico» en la industria de las uñas: ftalato de dibutilo (DBP), tolueno y formaldehído. Estas sustancias han sido asociadas con problemas de salud reproductiva y otros efectos adversos. Sin embargo, con la evolución de los productos, han surgido nuevos compuestos con riesgos igualmente preocupantes.
Expertos han identificado que el TPO y el dimetilacrilamida (DMTA), otro fotoiniciador, permiten que los productos se endurezcan en segundos, una característica atractiva para la industria, pero peligrosa para los consumidores. Un estudio reciente publicado en El País señala que la UE también ha prohibido el DMTA en cosméticos, citando su potencial toxicidad para la fertilidad. El artículo también destaca que el TPO puede causar irritación cutánea y daños en el ADN.
Un precedente para la seguridad
La decisión de la UE resalta la necesidad de una vigilancia constante sobre los ingredientes cosméticos. La medida es parte de una tendencia global de regulación más estricta para productos químicos que se ha extendido más allá de los cosméticos. Por ejemplo, en Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha prohibido recientemente el uso del colorante rojo n.° 3 en alimentos, décadas después de que se prohibiera en cosméticos, a raíz de estudios que lo vincularon con el cáncer en animales de laboratorio.
Esta decisión europea pone de relieve la importancia de investigar y regular los ingredientes para garantizar la seguridad del consumidor. A medida que la industria cosmética continúa innovando, la protección de la salud pública debe ser la prioridad.
Con información de agencias
