El supertifón Ragasa, conocido localmente como Nando, tocó tierra este lunes en la provincia de Cagayan, en el norte de Filipinas, con vientos devastadores de 215 km/h y rachas que superaron los 265 km/h. Este poderoso fenómeno meteorológico ha provocado la evacuación de más de 10,000 personas y la suspensión de clases y actividades gubernamentales en más de 30 provincias, incluida la capital, Manila.
El tifón impactó la isla de Panuitan a las 15:00 hora local (9:00 CET), según la Agencia Meteorológica de Filipinas (PAGASA). Su trayectoria amenaza ahora a Taiwán y el sur de China, donde las autoridades se preparan para el inminente impacto. En Shenzhen, cerca de 400,000 personas se están preparando para ser evacuadas.
Consecuencias y respuesta regional
La llegada de Ragasa se produce apenas días después de que la capital filipina experimentara disturbios por protestas anticorrupción durante el fin de semana, que resultaron en más de 200 detenciones.
El tifón ha desatado una respuesta masiva en la región. En Hong Kong, la aerolínea Cathay Pacific anunció la cancelación de más de 500 vuelos entre el martes y el jueves.
El Centro Meteorológico Nacional de China ha informado que Ragasa, el decimoctavo tifón del año, cruzará el estrecho de Bashi esta noche, para luego dirigirse hacia las provincias de Cantón y Hainan. Aunque se espera que pierda algo de fuerza al avanzar, las autoridades advierten que sigue siendo una amenaza significativa para el sur del país.
Con información de agencias
