Durante su intervención en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su profunda preocupación y condena ante el reciente despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, justificado bajo la lucha contra el narcotráfico.
En un discurso enérgico, el mandatario brasileño calificó de «preocupante» la tendencia a equiparar la delincuencia con el terrorismo, argumentando que esta comparación trivializa el concepto de terrorismo y legitima respuestas desproporcionadas.
Lula, criticó duramente el uso de fuerza letal en los operativos recientes, destacando que las ejecuciones extrajudiciales en la región son un acto de «ejecutar sin juicio», lo que provoca un grave daño humanitario y violaciones a los derechos fundamentales.
El presidente brasileño subrayó la importancia de mantener a América Latina y el Caribe como una zona de paz, libre de armas de destrucción masiva y de conflictos. En lugar de la militarización, Lula abogó por una mayor cooperación regional e internacional para combatir el lavado de dinero y el comercio ilegal de armas, que son, a su juicio, las causas estructurales que alimentan la violencia y el crimen organizado.
Con este discurso, el presidente Lula da Silva, reafirmó el compromiso de Brasil con la soberanía de los países de la región y con la promoción de soluciones pacíficas y humanitarias a los desafíos de seguridad.
Con información de agencias



