Un equipo de científicos ha marcado un hito en la biotecnología al revelar los primeros virus del mundo diseñados completamente por inteligencia artificial (IA). Estos agentes virales están específicamente destinados a erradicar cepas de la bacteria Escherichia coli (E. coli), conocida por habitar en los intestinos y ser causa de infecciones.
Esta innovadora tecnología abre un camino prometedor para nuevas terapias anti-infecciosas, especialmente en la lucha contra la resistencia a los antibióticos.
El estudio, que aún se encuentra en espera de la revisión por pares, empleó un modelo generativo de IA llamado Evo-2. El sistema fue utilizado para diseñar el genoma de un virus y, posteriormente, producir un nuevo agente viral con la capacidad de localizar, infectar y exterminar células bacterianas de E. coli.
«Es la primera vez que los sistemas de IA son capaces de escribir secuencias coherentes a escala genómica», declaró Brian Hie, autor principal de la investigación, a la revista científica Nature, destacando el salto cualitativo de la tecnología.
Un proceso de diseño genómico sin precedentes
El equipo se centró en la creación de bacteriófagos, virus microscópicos que atacan exclusivamente a las bacterias. Aunque la herramienta de IA inicialmente diseñó miles de secuencias genéticas —con muchas de ellas siendo defectuosas o erróneas—, los científicos lograron refinar el proceso hasta obtener 302 virus viables.
De estos, el equipo produjo 16 virus que demostraron ser más efectivos que el virus original para eliminar diversas cepas de E. coli. Este avance es particularmente significativo porque mostraron una mayor efectividad contra las cepas resistentes a los antibióticos.
«El siguiente paso es la vida generada por IA», señaló Samuel King, coautor del estudio, quien también enfatizó que aún se requiere «realizar muchos avances experimentales para poder diseñar un organismo vivo completo».
Este logro subraya el potencial transformador de la inteligencia artificial en el campo de la biología sintética y la medicina, ofreciendo una esperanza real para el desarrollo de nuevas armas terapéuticas en la guerra contra las bacterias patógenas.
Con información de agencias



