Este 19 de octubre, el mundo conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, una fecha crucial establecida para movilizar a la ciudadanía y concientizar sobre la importancia vital de la detección temprana y el tratamiento oportuno de esta enfermedad, que se mantiene como la principal causa de cáncer en mujeres a nivel global.
Origen de una conmemoración vital
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció esta fecha en 1988 con el claro objetivo de impulsar que todas las mujeres accedan a diagnósticos y tratamientos tempranos para prevenir el agravamiento de la enfermedad.
Este esfuerzo global tiene raíces en movimientos de base, como la «Primera Carrera para la Cura» celebrada en Dallas, Texas, en 1983, organizada por la Fundación Susan G. Komen. Creada por Nancy G. Brinker en honor a su hermana Susan, este evento marcó un precedente para la movilización global. Posteriormente, entre 1991 y 1992, el lazo rosa fue universalmente adoptado como el símbolo de la lucha contra el cáncer de mama, representando la esperanza y el compromiso con la causa.
Estadísticas alarmantes y la urgencia de actuar
La conmemoración subraya una realidad crítica: la detección a tiempo aumenta significativamente las posibilidades de un tratamiento exitoso. Sin embargo, las cifras de la enfermedad continúan siendo motivo de gran preocupación.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada año en las Américas, más de 462 mil mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama y alrededor de 100 mil fallecen.
Un dato especialmente alarmante es que en América Latina y el Caribe, el porcentaje de fallecimientos es mayor en mujeres menores de 65 años, afectando de manera desproporcionada a la población joven y productiva. Solo en México, el cáncer de mama es ya la primera causa de muerte en mujeres de 25 años y más.
Un llamado a la acción global
En este Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, se hace un llamado urgente a la población, a los sistemas de salud y a las autoridades para asumir un compromiso conjunto y priorizar tres áreas clave:
Priorizar la Educación: Fomentar el autoexamen regular y la conciencia sobre los signos de alerta desde edades tempranas.
Garantizar el Acceso: Asegurar que todas las mujeres, especialmente aquellas en grupos de riesgo y zonas vulnerables, tengan acceso sin barreras a mamografías y otros métodos de diagnóstico temprano de calidad.
Apoyar la Investigación: Impulsar la investigación continua para mejorar los tratamientos y avanzar en la prevención de la enfermedad.
La lucha contra el cáncer de mama es un compromiso de todos. La prevención y la acción temprana son la mejor herramienta para salvar vidas y reducir el devastador impacto de esta enfermedad.
Con información de agencias
