El rey Carlos III del Reino Unido, protagonizó este jueves un acontecimiento calificado por expertos como «histórico», al rezar públicamente junto al papa León XIV en una emotiva ceremonia ecuménica celebrada en la Capilla Sixtina. Este gesto simboliza el mayor acercamiento espiritual entre las Iglesias católica y anglicana desde el Cisma de 1534.
El encuentro marcó la primera vez en casi cinco siglos, desde que Enrique VIII rompió con Roma para fundar la Iglesia de Inglaterra, que un monarca británico participa activamente en un acto litúrgico conjunto con un pontífice.
La ceremonia, que fusionó elementos de ambas tradiciones, fue presidida conjuntamente por Su Santidad, el papa León XIV –quien asumió el liderazgo de la Iglesia católica tras el fallecimiento del papa Francisco en mayo– y el arzobispo de York, Stephen Cottrell. Los coros de la Capilla Sixtina y de la Capilla de San Jorge de Windsor unieron sus voces en una oración conjunta centrada en la protección del medioambiente, un tema de profunda coincidencia para ambas confesiones.
»Este es un acontecimiento histórico que refleja una nueva etapa de diálogo y reconciliación entre las dos mayores tradiciones cristianas de Occidente», afirmó el profesor William Gibson de la Universidad Oxford Brookes.
Contexto de reconciliación
El acto cobra especial relevancia al considerar el contexto histórico. Desde el siglo XVI, los monarcas británicos están obligados por ley a profesar el protestantismo. Las relaciones diplomáticas entre Londres y la Santa Sede estuvieron rotas por casi 400 años, restableciéndose formalmente apenas en 1982.
La reina Isabel II, madre de Carlos III, ya había abierto camino al visitar oficialmente el Vaticano en 1961. Sin embargo, el acto de oración conjunta de su hijo eleva el acercamiento a un nuevo nivel de comunión espiritual.
Previo al oficio, el rey Carlos III y la reina Camila fueron recibidos en audiencia privada por el papa León XIV. Según la Santa Sede, el intercambio fue cordial y se selló con un simbólico intercambio de obsequios.
Aunque la Iglesia anglicana, que permite el matrimonio de sus sacerdotes y la ordenación de mujeres (y que en 2026 será liderada por primera vez por una mujer, Sarah Mullally), mantiene diferencias doctrinales con la católica, la oración conjunta en la Capilla Sixtina es vista como un poderoso testimonio de unidad cristiana y un paso fundamental hacia la reconciliación.
Con información de agencias
