La Unión Europea (UE), ha intensificado su presión económica sobre Rusia con la aprobación de su 19º paquete de sanciones, que amplía el foco a sectores clave y entidades en terceros países. Así lo informó la alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad del bloque europeo, Kaja Kallas.
El nuevo paquete de sanciones está dirigido a bancos rusos, servicios de criptomonedas y entidades en la India y China, acusadas de colaborar indirectamente con Moscú. Kaja Kallas también anunció que la UE «está restringiendo los movimientos de los diplomáticos rusos para contrarrestar los intentos de desestabilización».
Entre las medidas más destacadas del 19º paquete se encuentran:
La eliminación gradual del suministro de gas natural licuado (GNL) procedente de Rusia.
La inclusión en la lista negra de empresas en India y China por su presunta colaboración indirecta con Moscú.
Sanciones a más de 100 petroleros vinculados a la exportación de crudo ruso.
Restricciones financieras a bancos rusos y a las operaciones con criptomonedas.
La decisión de la UE se produce un día después de que el Departamento del Tesoro de EE.UU. impusiera sanciones contra las importantes petroleras rusas Lukoil y Rosneft.
Reacción de Rusia
La respuesta de Moscú no se ha hecho esperar. La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, advirtió que Rusia se reserva el derecho de responder a las sanciones. «Como siempre, nuestra reacción será adecuada, medida y teniendo en cuenta nuestros intereses fundamentales», señaló la alta diplomática.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reiteró que las sanciones «son un arma de doble filo», advirtiendo sobre las posibles consecuencias económicas para los propios países europeos. «Cuanto más grave sea el paquete de sanciones, más grave será el golpe de retroceso», expresó Peskov, en referencia al impacto que estas medidas podrían tener sobre los mercados.
Con información de agencias
