El destructor estadounidense USS Gravely zarpó este jueves de las aguas de Trinidad y Tobago, poniendo fin a una estadía de cuatro días anclado a poco más de 10 kilómetros de las costas venezolanas, según reporta la agencia AFP.
Contexto y justificación de Washington
El buque de guerra norteamericano justificó su presencia en la zona alegando la realización de ejercicios militares previamente acordados con Puerto España, los cuales se desarrollaron entre el 26 y el 30 de octubre.
Sin embargo, esta maniobra coincidió con el despliegue militar que Estados Unidos mantiene en el mar Caribe desde hace once semanas, oficialmente bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico.
Dura denuncia de Caracas: «Operación de Falsa Bandera»
El Gobierno de Venezuela reaccionó con firmeza ante la presencia del navío, denunciando que Estados Unidos y Trinidad y Tobago estaban preparando una «operación de falsa bandera» para justificar una escalada bélica contra el territorio venezolano.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez, detalló el pasado domingo, que mercenarios capturados con presuntos vínculos con la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA) ofrecieron detalles sobre la maniobra.
»Está en curso un ataque de falsa bandera desde aguas limítrofes con Trinidad y Tobago, o desde el propio territorio trinitense o venezolano, que genere un enfrentamiento militar completo» contra Venezuela, señaló Rodríguez en un comunicado del 26 de octubre.
Por su parte el Canciller Yván Gil, reveló haber contactado a las autoridades trinitenses para informarles del riesgo y las instó a optar por la paz.
»La primera ministra Kamla Persad-Bissessar debe asumir su responsabilidad ante el Caribe y ante la historia: o se pone del lado de la paz o se hunde en la agenda de la CIA», señaló Gil.
Con información de agencias
