Las autoridades de Tailandia y Malasia han confirmado un trágico balance por el naufragio de una embarcación en la región, elevando a 21 el número de personas fallecidas, entre las que se encuentran varios niños y mujeres.
La zona es parte de la ruta utilizada por personas migrantes que intentan llegar a Malasia desde Myanmar.
La Agencia Marítima de Malasia (MMEA), en estrecha coordinación con los equipos tailandeses, informó que el operativo de búsqueda y rescate, que cumplió su tercer día, ha permitido la recuperación de los cuerpos. Doce víctimas fueron halladas en aguas malasias, mientras que el resto se localizó en el espacio marítimo tailandés.
El operativo debió ser suspendido al caer la noche debido a las malas condiciones climatológicas, que han dificultado las labores. Pese a las adversidades, medios de prensa reportaron en jornadas recientes el hallazgo de tres sobrevivientes en el lado malasio de la zona de rastreo.
La intensa búsqueda se ha ampliado a más de 933 kilómetros cuadrados ante la posibilidad de que las corrientes marinas hayan desplazado restos y sobrevivientes. Tan solo el lunes se lograron recuperar cinco cuerpos adicionales en esta área.
Contexto de la tragedia
De acuerdo con los reportes de las agencias de seguridad, alrededor de 300 personas procedentes del estado de Rakáin (al oeste de Myanmar), viajaban en tres embarcaciones pequeñas con destino a Malasia. En un intento por llegar a su destino sin ser detectados, una de las embarcaciones naufragó.
Romli Mustafa, jefe de la Agencia Marítima de Malasia, estimó que la tragedia ocurrió tres días después de zarpar de Myanmar, poniendo de relieve la urgencia de la situación y los riesgos de la travesía.
Con información de agencias



