Este miércoles, la Escuela de Ciencias de la Tierra del Núcleo Bolívar de la Universidad de Oriente (UDO Bolívar) celebró las II Jornadas de Ingeniería, Geología y Ciencias Afines, un espacio académico dedicado a la actualización profesional y al intercambio de conocimientos entre estudiantes, docentes y especialistas del área.
La actividad, realizada en el marco del 67º aniversario de la Universidad de Oriente, fue instalada por la decana María Coromoto Casado, quien resaltó el valor formativo de estas jornadas, orientadas a fortalecer las competencias técnicas de la comunidad estudiantil de Ciencias de la Tierra. También estuvieron presentes el coordinador académico, profesor Manuel Tomedes; la directora de la Escuela de Ciencias de la Salud, Dra. Carmen Ruíz; el director de la Unidad de Estudios Básicos, profesor Alexis Villasana; el director de la Escuela de Ciencias de la Tierra, profesor Francisco Monteverde, y el presidente de Apudo Bolívar, profesor Félix Martínez.
Las ponencias, dictadas por profesionales egresados de la institución, abordaron temas fundamentales para las áreas de la ingeniería y la geociencia. El ingeniero geólogo Enrique Acosta presentó una amplia revisión sobre los recursos minerales estratégicos del Escudo Guayanés, destacando la presencia de oro, diamante, coltán y casiterita en regiones como El Callao, Pijiguaos y Puerto Ayacucho, así como su relevancia para la tecnología moderna.
Por su parte, el ingeniero Muriel Echeverría expuso la importancia del uso de registros satelitales ante la carencia de datos terrestres sobre pluviosidad, subrayando su utilidad para estimar zonas de riesgo de inundación y mejorar la planificación de proyectos de ingeniería.
El ingeniero Luis Galvis profundizó en la integración entre geociencia y ciencia de datos, explicando cómo las nuevas herramientas digitales transforman los procesos de navegación, análisis y perforación.
Finalmente, el ingeniero industrial Manuel Cordero destacó la convergencia entre Ingeniería Industrial y Gerencia de Proyectos, señalando que el profesional del futuro deberá asumir un rol “tecno-estratégico”, orientado a generar valor en entornos complejos y altamente competitivos.
Redacción



