Las elecciones presidenciales en Honduras fueron íntegras y «no hay ninguna evidencia creíble» que indique que deban ser anuladas, declaró el lunes un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, en pleno suspenso por el resultado de los comicios.
«La voluntad del pueblo hondureño fue un repudio a la gestión del gobierno por parte del partido Libre», declaró un portavoz del Departamento de Estado a la AFP, bajo anonimato.
«Las elecciones fueron monitoreadas de cerca por la OEA, la UE y observadores nacionales», recordó, al tiempo que instó «a todas las partes a respetar la independencia de las instituciones electorales».
El candidato derechista Nasry Asfura, respaldado por el presidente estadounidense Donald Trump, encabezaba la reñida carrera presidencial con un 98% de las actas contabilizadas, aunque con un escaso margen.
El partido en el poder, Libre, denunció la presunta «injerencia» de Trump en los comicios, al tiempo que pidió su «nulidad total» y convocó a movilizaciones populares, a pesar de que quedó en un distante tercer lugar.
Mientras tanto, el candidato derechista Salvador Nasralla denunció este lunes un «robo» en las elecciones a favor de su rival Asfura, quien sumaba 40,57% de los votos frente a 39,10%, mientras el escrutinio sigue envuelto en polémica tras ser interrumpido varias veces por problemas técnicos.
«Esto es un robo», escribió Nasralla en X, al denunciar una manipulación del sistema informático que, según él, colapsó nuevamente este lunes cuando ingresaban datos que supuestamente lo favorecían, con el 98% de las actas escrutadas.
Aun cuando el conteo de las elecciones del 30 de noviembre está por terminar, faltan revisar 2.749 actas de votación con «inconsistencias», sin que el CNE haya informado a cuántos votos corresponden y cuándo concluiría ese proceso.
Con información AFP



