Con la próxima edición del Clásico Mundial de Béisbol (WBC) en el horizonte, las tradicionales reuniones de invierno de las Grandes Ligas se han convertido en el escenario de una cumbre de coordinación global sin precedentes.
Delegados, gerentes generales y managers de 21 naciones se han reunido para alinear estrategias y logística de cara al torneo más importante de selecciones nacionales, en un evento que subraya el compromiso global con el béisbol.
La masiva asistencia a la cumbre destacó por su carácter de élite, pero la lista de presentes reveló una ausencia singular y llamativa: la delegación de Cuba.
Convocatoria de élite para la logística global
La conferencia contó con personal de alto rango de las federaciones participantes, asegurando una planificación exhaustiva:
América Fuerte: La representación de América Latina y el Caribe fue robusta, con figuras de renombre. Asistieron, entre otros, el Gerente General Nelson Cruz (República Dominicana), el Gerente General Carlos Beltrán (Puerto Rico), el Manager Dusty Baker (Nicaragua) y el Coordinador de Scouts Rafael Yáñez (Venezuela). También estuvieron presentes Canadá, Colombia, México, Panamá, Brasil y el equipo de USA.
Asia y Europa Presentes: El compromiso se extendió al otro lado del Atlántico y el Pacífico, con delegaciones de las potencias asiáticas como Japón y Corea del Sur, y naciones europeas emergentes en el béisbol como Italia, Países Bajos, Gran Bretaña e Israel, junto a la República Checa.
La silla vacía: El caso de Cuba
En medio de esta gran movilización internacional y la euforia por el próximo WBC, la ausencia de la delegación cubana fue el punto discordante de la jornada.
El Clásico Mundial de Béisbol, a diferencia de otros eventos, permite la participación de jugadores nacidos en el país o con ciudadanía/ascendencia, un factor que históricamente ha generado desafíos únicos para Cuba debido a las complejas relaciones con los jugadores que abandonaron la isla y ahora son agentes libres o militan en la MLB.
La falta de representación oficial en estas conferencias de alto nivel podría traducirse en mayores dificultades para la coordinación de la nómina, el manejo de permisos y la logística general del equipo cubano. A pesar de las adversidades, Cuba es un equipo que siempre se ha destacado históricamente en el torneo, y la falta de participación en la cumbre añade una capa de incertidumbre a su preparación.
Con información de agencias



