El Secretario de Guerra de los Estados Unidos, Pete Hegseth, confirmó este sábado la interceptación y decomiso de un segundo supertanquero vinculado a la industria petrolera venezolana. Esta acción, ejecutada en menos de diez días, marca una escalada significativa en las operaciones de vigilancia marítima en la región.
A través de un comunicado emitido en su cuenta oficial de la plataforma X, Hegseth ratificó que el bloqueo naval ordenado por el presidente Donald Trump contra todos los tanqueros sancionados permanece en plena vigencia. El funcionario fue enfático al señalar que la presión militar continuará de forma sostenida.
Operación Lanza del Sur
Estas maniobras forman parte de la misión estratégica denominada «Operación Lanza del Sur», un esfuerzo conjunto entre el Departamento de Guerra y la Guardia Costera de los Estados Unidos. El objetivo principal de este despliegue es desmantelar las redes que Washington califica como «criminales e ilícitas» y que operan en aguas internacionales.
«La violencia, las drogas y el caos no controlarán el hemisferio occidental», sentenció el Secretario Hegseth en su declaración.
Condiciones para el cese de operaciones
El jefe del Departamento de Guerra advirtió que las operaciones militares no cesarán hasta que la administración de Nicolás Maduro cumpla con las exigencias de la Casa Blanca. Específicamente, se exige la devolución total de los activos estadounidenses que, según la postura de Washington, han sido «robados» o expropiados ilegalmente.
Se espera que en las próximas horas el Gobierno de Venezuela emita un pronunciamiento oficial ante estas acciones, lo que podría elevar aún más la tensión diplomática y militar en el Caribe.
Con información de agencias



