Según un ensayo clínico financiado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID) y publicado en la revista «Neurology» muestra que la aplicación de la terapia inmunosupresora a dosis elevadas seguida del trasplante de células madre del propio paciente puede inducir reducir de manera sostenida la esclerosis múltiple remitente-recurrente.
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Los resultados del nuevo estudio muestran que la terapia con células hematopoyéticas autólogas permite que, cinco años después de ser trasplantadas, hasta un 69% de los pacientes sobrevivan sin haber experimentado un avance de los síntomas de la enfermedad.
Anthony S. Fauci, director del NIAID, explicó que, «estos hallazgos sugieren que la aplicación en una única ocasión de esta terapia puede ser más eficaz que el tratamiento a largo plazo con los mejores medicamentos disponibles actualmente».
Mejora significativa
Los síntomas de la esclerosis múltiple varían ampliamente y pueden incluir dificultades motoras y del habla, debilidad, cansancio y dolor crónico. La forma remitente-recurrente es la más frecuente, pero con los años se puede producir un empeoramiento y evolucionar hasta una forma más progresiva de la enfermedad.
Así, el objetivo del nuevo estudio fue evaluar la seguridad, eficacia y durabilidad de la nueva estrategia terapéutica en 24 pacientes con edades entre los 26 y los 52 años que, a pesar de seguir un tratamiento con los fármacos ya disponibles, experimentaban recaídas frecuentes y graves y un empeoramiento de su función neurológica.
Con información de: Globovision.com