El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, seguía este viernes en busca de un nombre de consenso para ocupar el cargo de asesor de Seguridad Nacional, después de que un alto jefe militar declinó asumir esa responsabilidad.
El puesto, considerado clave en la definición de las políticas de seguridad nacional, se convirtió en el centro de una polémica desde que esta semana Trump pidió la renuncia del general Michael Flynn, quien ocupaba esa responsabilidad, mencionó AFP.
Trump ofreció el cargo el jueves al vicealmirante retirado Robert Harward, quien era visto por casi todos los interlocutores militares como un candidato adecuado, pero sorpresivamente declinó la oferta.
El jefe del gabinete presidencial, Rience Priebus, aseguró este viernes a la prensa que Harward originalmente pidió tiempo para discutir la oferta con su familia.
Sin embargo, añadió, más tarde «nos llamó para decirnos que no era una cosa que la familia quería compartir en este momento».
En una nota oficial, Harward apuntó que «ese trabajo exige (dedicación) 24 horas al día, siete días a la semana y un compromiso para hacerlo bien. Actualmente no puedo comprometerme».
No obstante, la negativa de Harward a asumir un cargo tan próximo al presidente dejó en evidencia las dificultad del gobierno para hallar un nombre que acepte esa responsabilidad en estos momentos.
Sin garantías
Diversas fuentes no identificadas dijeron a la prensa estadounidense que la negativa de Harward a aceptar el cargo está relacionada con sus dudas sobre la autonomía de la que gozaría para elaborar políticas específicas.
Según esas fuentes, Harward no estaba dispuesto a aceptar el cargo para limitarse a seguir las directivas del presidente en materia de seguridad nacional, sin poder aportar ideas propias.
El Consejo de Seguridad Nacional es un órgano consultivo de muy alto nivel del presidente estadounidense. Sin embargo, Trump introdujo por decreto en ese órgano a su asesor de estrategia, Steve Bannon, un experiodista acusado de defender posiciones próximas a grupos supremacistas blancos.
Desde la renuncia de Flynn -quien cayó en medio de una espectacular controversia por una comunicación telefónica con el embajador ruso en Washington, el puesto es ocupado de forma interina por el general Keith Kellogg. Este viernes Trump sugirió en la red Twitter que seguía buscando un nombre para el puesto pero que podría simplemente ratificar a Kellogg.
«El general Keith Kellogg, a quien conozco desde hace mucho tiempo, está bien situado para el puesto de asesor de Seguridad Nacional», expresó el mandatario en Twitter.
Priebus dijo este viernes que el gobierno ha «discutido con algunas personas. Pero también el general Kellogg está ahí. Es un general del cuerpo del Ejército. Es un hombre extraordinariamente talentoso».
Para el jefe del gabinete, «el puesto no está vacante. Kellogg está haciendo ese trabajo y es un hombre extraordinario».
«Noticias falsas»
En una turbulenta conferencia de prensa ofrecida el jueves en la Casa Blanca, Trump definió al general Flynn como «un gran hombre», y afirmó categóricamente que «no hizo nada equivocado» al comunicarse con el embajador ruso antes de la investidura.
El pedido de renuncia, dijo Trump, se debió a que Flynn no transmitió adecuadamente la información sobre el contenido de su conversación al vicepresidente, Mike Pence.
Trump desmintió que durante la campaña electoral del año pasado integrantes de su equipo hayan mantenido contactos regulares con funcionarios rusos, como afirmó el diario The New York Times.
Esa denuncia tiene un carácter potencialmente explosivo, ya que varias agencias estadounidenses de inteligencia están convencidas de que Rusia interfirió en las elecciones a través del pirateo y la divulgación de correos de la adversaria de Trump, Hillary Clinton.
«No tengo deudas en Rusia. No tomé préstamos en Rusia. No tengo negocios en Rusia», insistió Trump, quien añadió que habló solamente en dos oportunidades con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Con relación a los tres miembros de su equipo de campaña que, según reportes de prensa, estuvieron en contacto con miembros del gobierno ruso, Trump fue igualmente categórico. «Nunca estuvieron en Rusia. Nunca viajaron a Rusia. Nunca recibieron una llamada de Rusia. Son todas noticias falsas», afirmó el mandatario, para quien la versión publicada por el influyente diario The New York Times fue «un chiste».
Con información de: Eluniversal.com