Hay pocas cosas más molestas que escuchar el zumbido de un mosquito cerca de la oreja mientras duermes. Al norte de Italia, en la región de Emilia-Romaña el idioma local es el Emiliano-Romañolo, en uno de sus dialectos, a los mosquitos les llaman Paparazzo.
Federico Fellini nació en una ciudad de esa región italiana y recuerda que llamaban así a un compañero de clase que era muy nervioso, dice que se inspiró en el él a la hora de buscar el nombre para el fotógrafo en La Dolce Vita, a partir de esa película se popularizó su uso para nombrar a los fotógrafos de prensa rosa.
Pero la relación Fellini-Dolce Vita-Paparazzis no acaba ahí. Una de las décadas de oro de la fotografía fue la de 1950, periodistas, retratistas de estudio, artistas, laboristas, editores y un sinfín más de profesiones se crearon en torno a la fotografía, como Felice Quinto que empezó a trabajar como fotógrafo en 1956, apenas cuatro años después podía considerarse uno de los amigos más cercanos de Fellini.
El director italiano había contratado como asesor a Tazio Secchiaroli, un fotógrafo que un par de años antes había publicado unas fotografías de la condesa veneciana Olghina di Robilant en el restaurante Rugantino que escandalizaron a Italia. Fellini le ofreció a Felice Quinto, su otro amigo fotógrafo, ser él quien diese vida al fotógrafo de su película que llevaría el apodo de aquel inquieto niño con el que compartía pupitre Fellini. Quinto declinó la oferta para la película, hasta la fecha él no era Paparazi pero desarrolló ese papel en su vida real y se convirtió en uno de los más afamados.
El primer paparazzi ¿Felice Quinto, Tazio Secchiaroli o Elio Sorci?
Recuerdo que una exposición que hace años se produjo en Fundación Canal llamada «Observados. Voyeurismo y vigilancia a través de la cámara desde 1870» me hizo pensar que, debido a la evolución de la industria y a la mercantilización de todo en nuestra sociedad, la aparición de la figura de los Paparazzi era inevitable.
Felice Quinto fue considerado el precursor y el Rey de los Paparazzi, pero quizá no fue así o su trono tendría que ser compartido, por lo menos con otro fotógrafo más y en su reino habría también un consorte muy influyente.
Si antes decíamos que los cincuenta fueron unos buenos años para la fotografía no podemos olvidarnos del cine. Después de la Guerra Mundial la industria cinematográfica aprovechó la situación económica de países como Italia para relocalizar sus producciones debido al bajo coste que tenían allí.
Durante esos años empezó a ser habitual ver a actores y actrices de fama internacional en los locales de moda de Roma, algo que empezó a llamar la atención de los medios que no tardaron en crear un subgrupo dentro de lafotografía documental, en un alarde de ingenio italiano a esta época se le conoció como Hollywood on the Tiber, haciendo referencia por un lado al cinematográfico distrito angelino y por otro a río que cruza Roma para desembocar en el mar Tirreno.
Tazio Secchiaroli, tras el escándalo de las fotografías al baile con desnudo que tuvo lugar en el cumpleaños de la condesa, entró de la mano de Fellini al «Hollywood on the Tiber», era tal el trabajo que organizó un grupo de fotógrafos Paparazzis entre los que se encontraba Elio Sorci. Ambos formaron un buen tandem que se especializó en perseguir fotógrafos para sorprenderlos y vender exclusivas de lo que hacían cuando no estaban trabajando en una película.
Los años 60 podrían considerarse como el pistoletazo de salida de los Paparazzi. Ironías de la vida Felice Quinto consiguió el primer año de esa década una fotografía de la protagonista de La Dolce Vita, Anita Ekberg besándose con un productor, tanto él como Elio Sorci consiguieron las fotos, en 1962, que confirmaban el romance entre Elizabeth Taylor y Richard Burton. Pero si hay una foto que resume el acoso al que se veían sometidos los actores y actrices de la época, es sin duda la foto que Sorci tomó cuando el actor, y boxeador, Walter Chiari se abalanzó sobre el fotógrafo cuando éste le fotografió en compañía de Ava Gadner.
Una profesión muy lucrativa
Más arriba decíamos que Felice Quinto rechazó el papel que Fellini le había ofrecido en su película. Los motivos no eran la falta de formación en interpretación del fotógrafo, ni la falta de tiempo, ni siquiera que no estuviera de acuerdo con la imagen que se daba de su profesión, sino que fue un motivo económico, Quinto ganaba más dinero vendiendo las fotos del rodaje que trabajando en la película.
Internet, la telefonía móvil, la inmediatez de las redes sociales y la rapidez con la que la información se distribuye por el mundo son motivos por los que, desde hace varios años, los Paparazzis no están tan bien pagados como antes. En 2008 la revista online MDZ publicaba un artículo en el que aseguraba que un Paparazzi puede ganar hasta 500.000 dólares en un año, no está nada mal.
Paparazzis en España
Hay Paparazzi que han llegado a hacerse famosos, hablamos de aquellos que han decidido colgar la cámara y aventurarse en el mundo del circo televisivo en programas del corazón, por ejemplo Antonio Montero, Pepe Bosch, Miguel Temprano o Gustavo González.
Otros, en cambio, se dedican a esto como parte de su trabajo como fotógrafos, es el ejemplo de Carlos Montenegro, Mark Wallace o Alfredo Garófano que no persiguen famosos para ganarse el pan y aunque, seguramente han vendido fotos en ese sector, su experiencia y trabajo demuestra que son fotógrafos y no cazarrecompensas.
¿Cómo hacerse Paparazzi?
No hay una fórmula concreta, pero seguramente podemos dibujar el perfil de una persona que tiene bastantes posibilidades de convertirse en uno, sin duda, para empezar sería conveniente reunir algunas de estas características:
- Codearse con gente famosa puede abrir muchas puertas a fiestas y entornos que te llevarán tras las pistas de los lugares frecuentados por ciertas personalidades.
- Una vez localizado el sítio, o la casa, hay que tener mucha paciencia,habitualmente un Paparazzi puede pasarse horas e incluso días esperando para conseguir una foto.
- Define tu estilo, no solo hay Paparazzis de famosos, son muchos los factores que han desembocado en la creación de un tipo de fotógrafo-espía, pero esta especialización puede ser muy peligrosa tal y como nos contaba Santiago Díaz.
- Como casi todos los negocios hay que tener un poco de dinero para invertir en equipo, y este, como nos contaba Óscar Condés en Xataka, no es nada barato.
- Hay varias maneras de vender tus fotografías, pero, al igual que en la prensa seria, la prensa del corazón cada vez compra más en agencias, así que a no ser que tengas un buen contacto en un medio o una gran exclusiva que vas a vender seguro, lo más acertado puede ser que las muevas a través de agencias como KDNpix que aunque se llevan un porcentaje de lo que las revistas pagan por tu trabajo, ahorras en tiempo.
La profesión del Paparazzi está denostada, por lado hay quien les acusa de meterse en la intimidad, otros defienden que se merecen las agresiones que sufren, los reporteros gráficos reniegan de ellos, los periodistas no los ven como compañeros y habitualmente entre sus seguidores en redes sociales no hay muchos personalidades vinculadas a la fotografía convencional. Pero, nos guste más o menos su profesión, estos fotógrafos** satisfacen la demanda de una industria alimentada por el dinero** que paga la gente por cotillear en la vida de los demás.