La Playa, Colombia.- Las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) están plenamente convencidas de que la paz es mejor que la guerra, afirmó Henry Castellanos Garzón, alias «Romaña», uno de los más temidos jefes de ese grupo guerrillero, en una entrevista en la que subrayó que los fusiles se han silenciado en Colombia después de 52 años.
«Ya es un compromiso del pueblo colombiano de avanzar en el proceso de paz y los guerrilleros se dan cuenta de que es mejor la paz que la guerra, estoy convencido de ese proceso de paz», dijo Romaña en La Playa, un área rural del municipio de Tumaco donde está una de las 26 zonas de reunión para miembros de las FARC que se preparan para dejar las armas y desmovilizarse, mencionó Efe.
Vestido con pantalón verde oliva, botas, camiseta negra con la imagen del argentino Ernesto «Che» Guevara, pistola y machete al cinto, y su infaltable boina negra, Romaña habla del acuerdo de paz firmado con el Gobierno e intenta transmitir una imagen de él distinta a la que tiene la mayoría del país, como autor en los años 90 de secuestros masivos en carreteras, conocidos como «pescas milagrosas».
«Es la preocupación no solo de las FARC sino del pueblo colombiano la implementación de los acuerdos, hemos cesado el fuego, se acabó la guerra, ya los fusiles no están en función de la guerra, están fuera de la guerra», manifestó.
Partiendo de esa idea, dijo que las FARC exigen al Estado «que se haga efectiva la implementación de los acuerdos firmados» para que la paz sea sostenible.
Citó como ejemplo la reforma agraria integral, el primer punto acordado en las negociaciones de paz de La Habana, y señaló que «ya es la hora de que comience la formalización de los territorios».
Igualmente pidió que se avance en «la sustitución de cultivos ilícitos, que se siga trabajando en el Congreso en la aprobación de los decretos» de aplicación de la paz y en lo que consideró «el tema más complejo: la Jurisdicción Especial para la Paz, que es la columna vertebral de los acuerdos».
«En realidad, hasta ahora, después de la firma de los acuerdos hace cuatro meses, no se ha cumplido nada, no se han implementado los acuerdos y eso es lo que le hemos exigido al Estado», expresó.
El jefe guerrillero asegura que las FARC sí están cumpliendo su parte no solo con la reunión de sus cerca de 7.000 integrantes en las 26 zonas veredales transitorias de normalización (ZVTN) sino también con el inicio del proceso de dejación de armas en manos de la Organización de naciones Unidas (ONU).
«Hay dejación de armas por parte del movimiento guerrillero en lo que tiene que ver con los 60 (integrantes) que van a ir a hacer pedagogía a nivel nacional con los (miembros) del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (del cese el fuego) y están listos los 310 guerrilleros que van a ir a hacer pedagogía a nivel regional» sobre esta fase del proceso.
En su opinión, las FARC están «procurando salir adelante en este proceso de paz y que no tenga retrasos».
«Mi mensaje para el pueblo colombiano es que seamos optimistas», manifestó Romaña, quien contó que el alias por el que es conocido se lo dio en sus comienzos en las FARC un comandante como homenaje «a un líder sindical que mataron en 1953 en Bogotá, que se llamaba Edilson Romaña Melo».
Además de los atrasos en la construcción de las infraestructuras de las ZVTN, especialmente la de La Playa, sobre la cual habló este miércoles con el gerente de las zonas veredales, Carlos Córdoba, Romaña dijo que le preocupan otros asuntos de la implementación de la paz.
«Es un tema complejo porque los guerrilleros se han dado cuenta por ejemplo que llegamos a esta zona veredal de transición y normalización y no encontramos nada, hace falta infraestructura, hace falta logística, no hay agua, no hay energía como ustedes pueden ver», indicó.
Entre los otros temas que dice preocupan a las FARC, está el futuro de los guerrilleros una vez concluya el periodo de 180 días acordado para la dejación de armas y desmovilización, que se cumplirá el próximo 29 de mayo.
«Yo creo que hay una equivocación del Estado colombiano porque no podemos llegar al día 180+1 y que los guerrilleros queden todos a la deriva, sino que tienen que tener unas condiciones dignas para trabajar, para educarse, para vivir y para dar el tránsito al nuevo partido político en que se convierta la insurgencia», dijo.
Sobre la seguridad de los miembros de las FARC una vez dejen las armas, afirmó que es una inquietud por los recientes asesinatos de líderes sociales.
«Lo de los lideres sociales nos preocupa pero de todas maneras dentro de los acuerdos hemos creado un cuerpo de seguridad integrado por 1.200 guerrilleros que son los que van a servir de guardias de seguridad a los líderes, a la sede, a las familias y a los territorios donde históricamente hemos vivido», concluyó.
Con información de: Eluniversal.com
