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miércoles, diciembre 25, 2024

Los libros de viejo, auténticas «pepitas de oro» en la Feria de Yucatán

Auténticas «pepitas de oro» para avezados cazadores literarios, los libros antiguos o de viejo también adquieren protagonismo en la Feria Internacional de la Lectura de Yucatán (FILEY) que se desarrolla en la ciudad mexicana de Mérida.

«Tuve un libro firmado por (León) Trosky para el presidente (Lázaro) Cárdenas (1934-1940)», dice orgulloso el librero mexicano Ignacio Olguín, de 60 años, sobre este mercado que ya forma parte de las tradiciones urbanas de México.

Estas librerías de viejo, un mundo donde los libros son los que parecen escoger a los lectores y no al revés, son una tradición en grandes urbes y sitios de visita para coleccionistas y buscadores de primeras ediciones o libros firmados por sus autores.

Entre las mejores ventas de Olguín sobresale una primera edición de un libro del poeta mexicano Octavio Paz, premio nobel de Literatura 1990, que además estaba dedicado, cuenta a Efe mientras ofrece libros a los visitantes de la feria.

«Es como encontrarse una pepita de oro entre el barro», relata sobre su experiencia a lo largo de veinte años como anticuario del mundo editorial.

Los clientes buscan hasta que, de pronto, «ven una joya, algo invaluable, un libro firmado, una primera edición, alguno dedicado a una persona en especial», apunta.

«Después de encontrar una obra que se considera importante, tenemos que esperar al cliente que está en su busca. Los libros se ofrecen», no es igual que busquen «a que vayan a la caza de uno especial», aclara.

El precio de un libro con estas características puede ser superior al original, como ocurre con los dos tomos de «Lecturas mexicanas para niños», que cuatro décadas después de haber sido editados Olguín cotizó en 350 pesos (poco más de 18 dólares).

«Hay primeras ediciones, libros firmados, libros del siglo XIX, es una variedad de títulos que tenemos especiales», comenta Olguín, quien antes de ser anticuario tuvo una etapa como ingeniero agrónomo.

Para cotizar un libro, Olguín toma en cuenta el estado físico del mismo, el año de edición, el autor, el tiraje, entre otros factores.

Este librero dejó su local de Guadalajara, en el occidente de México, para instalarse esta semana con otros compañeros en Mérida con una oferta de 6.000 títulos en la llamada Feria del Libro Usado y Antiguo (FLUYA).

Su llegada a la FILEY se dio hace cuatro años con la Universidad de Guadalajara, que entonces fue invitada, y ese mismo año el grupo logró un acuerdo para regresar.

«Somos cuatro compañeros de Guadalajara y nos dedicamos al libro usado, antiguo, raro, fuera de catálogo y primeras ediciones», explica.

En sus mesas de exhibición se ven las desgastadas pastas de piel de una edición de la «Historia verdadera de la conquista de la Nueva España», del cronista español Bernal Díaz del Castillo, que fue publicada en la décadas de los setenta del siglo pasado.

FLUYA ofrece un libro sobre Cristóbal Colón con portada de madera y que tiene más de 30 años de antigüedad y una primera edición de 1948 de «Canek», del escritor, ensayista y dramaturgo mexicano Ermilo Abreu Gómez (1894-1971), que se nota desgastada.

La exhibición de este grupo de libreros contrasta con la oferta de casas editoriales que presentan en la FILEY lo más reciente de su catálogo de obras para iniciar un recorrido que, con los años, terminará en una vieja bodega de libros antiguos.

Con información de: Eluniversal.com

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