Un estudio dirigido por investigadores de la Universidad Estatal de Washington en Pullman, EEUU, describe no solo el mecanismo por el que el cáncer de próstata llega a los huesos, sino también una molécula que, ya presente en algunos antidepresivos «antiguos», que es capaz de detener todo este proceso.
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«Nuestros hallazgos ofrecen una justificación para evaluar el nuevo uso de estos ‘antiguos’ antidepresivos para el beneficio de los pacientes con cáncer de próstata en estadios avanzados que ya presentan signos y síntomas de metástasis»», aseguró el director de esta investigación publicada en la revista Cancer Cell, Jason Wu,
Ante esto, Wu manifestó que los inhibidores de la enzima MAO-A, ya comercializados para tratar la depresión, evitan la invasión y proliferación de las células del cáncer de próstata en los huesos.
«La reducción de la expresión de esta enzima en las células del cáncer de próstata conllevó a una menor tasa de metástasis óseas de este tipo de tumor. Por el contrario, cuando expresamos la MAO-A en estas células cancerígenas observamos un incremento de las metástasis óseas en los ratones»
Con información de: Globovision.com