Es un hecho que a los niños y adolescentes les gusta la fotografía, a la que se acercan con mucha curiosidad y ganas de aprender, pero ¿puede tener valor académico su enseñanza? A nosotros nos parece que sí y que sería una gran idea introducir la fotografía dentro del currículo escolar (en el que, por cierto, las enseñanzas artísticas cada vez están más arrinconadas). Y, por supuesto, te contamos por qué.
Por cierto, que con esto no queremos decir que la enseñanza de la fotografía deba desplazar a otro tipo de materias, ni que sea más importante que introducir en las aulas enseñanzas como la educación vial o la sexual (por citar dos ejemplos). Simplemente pensamos que la fotografía podría tener evidentes ventajas para la formación de los alumnos tal y como os vamos contar a continuación.
Porque enseña habilidades prácticas
Es habitual que a los más jóvenes les guste aprender cosas que puedan poner en práctica. Aprendiendo fotografía, los más jóvenes pronto dejarán de disparar en automático y podrán poner en práctica un montón de interesantes enseñanzas. Además, con las cámaras digitales, el resultado de sus pruebas será inmediato.
Porque es divertido
La fotografía, conjuntamente con artes como la música o el teatro, puede tener un valor inmenso para los niños y adolescentes como equilibrio de otras partes del plan de estudios (más relacionadas con las palabras y los números) más sesudas. Además, permite aprender a expresarse través del lenguaje no verbal y fomenta el trabajo en equipo.
Porque amplía horizontes
La costumbre de hacerse selfies constantemente y de subir las fotos a Instagram y/o Facebook implica peligros para los jóvenes que pueden caer en el egocentrismo, el intercambio excesivo de imágenes y una sobresaturación que hace que se centren más en reflejar con la cámara una experiencia que en vivirla. Pues bien, la enseñanza de la fotografía puede contrarrestar estos riesgos, ya que los estudiantes aprenden a estar detrás de la cámara en lugar de estar siempre delante de ella.
Porque enseña muchas cosas
La fotografía ayuda a los estudiantes a expresarse y a desarrollar su percepción visual, y les enseña a que hay que pensar dos veces antes de presionar el botón y publicar la imagen en redes sociales. Los alumnos que están más interesados por las ciencias y las matemáticas disfrutarán de las dimensiones técnicas de la fotografía; Los que están más inclinados por las artes podrán desarrollarse y ser creativos visualmente.
Porque sirve de apoyo a otras materias
La fotografía es una forma de arte que incluye matemáticas, química, física e informática. Los estudiantes de física pueden practicar con cámaras obscuras para ver cómo se forman las imágenes en éstas; Los de química practicar con el revelado de las fotografías; Los de historia encuentran en la fotografía un importante aliado y los de geografía pueden añadir una dimensión extra a sus excursiones con la toma de imágenes. La fotografía es un lugar donde se encuentran arte y ciencia, de modo que puede ayudar a los estudiantes a pensar más allá.
Porque no se necesita un gran equipo
Aunque pueda parecer lo contrario, un fotógrafo no necesita una gran cámara para realizar grandes fotografías. Sin duda, la mirada es más importante que el equipo así que, sobre todo en los niveles más bajos, las escuelas no necesitan invertir grandes sumas en cámaras caras. Incluso pueden comenzar a introducir a los estudiantes simplemente usando sus móviles.
Porque la fotografía es universal
Hoy día, la fotografía es una disciplina que trasciende las clases sociales y está plenamente instalada en la vida diaria de casi todos. Prácticamente no hay adolescente que no lleve una cámara en su bolsillo, aunque sea en forma de smartphone, y esta puede ser una buena vía de entrada hacia un mundo de nuevos conocimientos que, además, muy probablemente, les resultarán muy amenos.