(Caracas, 20 de marzo./Noticias 24)Los dispositivos tecnológicos desarrollados para ayudar al rejuvenecimiento, perder volumen y mejorar determinadas zonas del cuerpo, han incrementado su demanda en los últimos tiempos. La radiofrecuencia se ha convertido en la favorita por su efectividad en función de la estética.
Muchos han sido los tratamientos y procedimientos que junto a las tecnologías más avanzadas han permitido alcanzar el ideal de un cuerpo perfecto; sólo hace falta recordar aparatos de reciente data como el Accent XL, Derma Deep, Galileo, Sistema Vela, Futura Pro, Photon Done y Ultrashape, nacidos como herramientas primarias para la aplicación de nuevos tratamientos rejuvenecedores.
Las nuevas máquinas de la belleza son capaces de eliminar la grasa, acabar con las arrugas, las manchas de la piel, incrementar el tono muscular, borrar la celulitis y modelar la figura sin ningún esfuerzo.
El artefacto conocido como Accent XL ha sido considerado un revolucionario sistema de rejuvenecimiento, muy utilizado en la radiofrecuencia. Es indicado especialmente para las pieles flácidas, posee un efecto lifting y se obtienen muy buenos resultados en el cuello, los ojos, las mejillas, los pómulos y el contorno de los labios. Por su parte el Bodysculptor o máquina quema grasa, es un generador de ondas electromagnéticas y electrostáticas de una frecuencia inferior a 100Hz que penetran entre 1,5 a 2,5 mm bajo la piel, distancia suficiente para acceder a la hipodermis donde se localizan las células adiposas. Gracias a su alcance se reduce la grasa y se mantienen intactos los músculos.
A través de la radiofrecuencia se logra un incremento de la temperatura en el tejido que se concentra en la dermis y la hipodermis, minimizando las molestias en la epidermis. Al generar calor en la profundidad de la piel y el tejido celular subcutáneo, se desencadena una serie de eventos metabólicos que determinan la formación de nuevo colágeno, brindando un sostén a ese tejido que lo había perdido previamente.
La radiofrecuencia facial es un procedimiento que promueve la activación de la colagénesis en la dermis, lo que deriva en un tensado de la piel. Su aplicación puede sintetizarse en cuatro relevantes aspectos: emisión de corriente de iones, desplazamiento de iones, rotación de moléculas dispolares y calentamiento resultante de la fricción de las moléculas en movimiento.
Los aparatos de radiofrecuencia han impulsado un mercado en franca expansión y desarrollo. La última tecnología en ésta materia, recientemente lanzada, es el AMFLI (Automatic Multi- Frecuency and Low Impedance), patentado por Thermamedic, capaz de cambiar o añadir de forma automática nuevas frecuencias que son armónicas a la frecuencia inicial de la máquina, dependiendo de la impedancia o resistencia del tejido; al mismo tiempo permite que los tratamientos sean más precisos, con resultados más eficaces y, sobre todo, con anuencia de dolor sin tener que aplicar en ningún momento anestesia. Lo que el paciente aprecia es una agradable sensación de calor.
La radiofrecuencia es uno de los procedimientos más exitosos en función del rejuvenecimiento, “Cuando comenzamos nuestro proceso de investigación, solamente contábamos con el ultrasonido, diferenciándolo obviamente de su uso terapéutico y de análisis o diagnóstico. Hoy la radiofrecuencia, en el contexto de aplicaciones estéticas, es un método general que permite calentar las capas profundas de la piel mediante el traspaso de corrientes eléctricas de alta frecuencia a través de polos o electrodos al cuerpo”. Declara un reconocido especialista.
El Dr.Villegas señaló que las células del organismo no interpretan la corriente eléctrica de alta frecuencia como electricidad, sino como una fuente de energía. “Las capas de la piel actúan como resistencias en serie a la corriente eléctrica de alta frecuencia y, dependiendo de su resistencia, se calientan en grados variables, muy similar a una bombilla cuando la atraviesa la electricidad.
Las células grasas son más resistentes a la corriente de alta frecuencia que otras células de la piel, porque el aceite es menos conductor que el agua. Al estar constituidas por aceite se calientan más rápidamente y se logra el efecto deseado”.
En el campo de la medicina estética siempre existió un lugar vacío para el tratamiento de la flacidez corporal, ya que no había ninguna solución, además de la quirúrgica, que fuera exitosa.
Esta siempre ha sido una patología difícil de tratar y sus resultados sólo eran visibles a largo plazo. La aparición de tecnologías de punta y su uso en la radiofrecuencia han permitido el desarrollo de una terapia específica para la reducir la flacidez corporal y facial.