Aprender a componer es sin duda una de las principales tareas a las que tiene que enfrentarse todo aquel que se inicia en el mundo de la fotografía. Se trata de un proceso que puede resultar pesado pero que es imprescindible para lograr buenas imágenes. Pero incluso aunque ya hayas asimilado las reglas más conocidas de composición, también te puede interesar conocer algunos trucos para ser capaz de componer tus imágenes de forma más efectiva.
No vamos a hablar aquí de los clásicos consejos sobre los principios básicos de composición o los elementos fundamentales a incluir en las imágenes, que son temas que hemos tratado en numerosas ocasiones (y os animamos a repasar), sino más bien de algunos trucos sencillos (o no tanto) que poner en práctica en vuestro trabajo fotográfico habitual.
Apréndete las reglas… Y rómpelas
Lo hemos dicho miles de veces por activa y por pasiva. La regla de los tercios, la del horizonte, la de la mirada… es decir, las reglas básicas de composición son importantes pero hay que conocerlas para ser capaz de aplicarlas y también para romperlas.
Por supuesto no se trata de hacerlo porque sí, sino de ser capaces de identificar en cada escena cuando la fotografía va a resultar más interesante si rompemos las reglas. Por ejemplo si situamos el horizonte justo en el centro (como en el ejemplo que ponemos) o si restringir el aire en la zona hacia la que mira el personaje principal va a aportar tensión o misterio.
Trata de usar una relación de aspecto distinta
Tendemos a tomar las fotos en horizontal o vertical según el tema de la imagen. Es decir, es habitual que si hacemos un paisaje elijamos el formato horizontal, lo más panorámico posible, y si hacemos un retrato prefiramos el vertical o, en todo caso, un formato cuadrado. Es algo que solemos hacer instintivamente.
Sin embargo, cambiar la relación de aspecto muchas veces puede ser muy beneficioso para las tomas. Así que ¿por qué no se puede reflejar un amplio paisaje en formato vertical o elegir el panorámico para retratos? Por ejemplo para los retratos de una boda…
Deja espacio para posteriores correcciones
Es muy habitual que en el proceso posterior de visualización y corrección de nuestras fotografías tengamos que recortar un poco las imágenes para evitar elementos molestos o zonas en las que la foto pierda calidad por culpa de las aberraciones ópticas del objetivo. Y en ocasiones esto puede obligarnos a recortar zonas que son importantes en la composición.
Por eso es conveniente tratar de identificar estas situaciones y tenerlas en cuenta a la hora de la toma dejando algo de espacio adicional en la zona periférica. De esta manera tendremos algo de margen para que posteriormente podamos recortar sin que esto afecte demasiado a la composición fundamental de la imagen.
Elimina la info innecesaria de la pantalla
Las modernas cámaras digitales suelen incluir en la pantalla o en el visor un montón de información sobre la toma. Datos que pueden ser muy útiles, como el histograma en vivo, pero que también pueden convertirse en un estorbo a la hora de componer la imagen.
Por eso, es recomendable eliminar, ya sea vía opciones de menú o del modo que sea, toda la información innecesaria que nos pueda distraer de lo fundamental, y dejar sólo los datos realmente importantes como serían los relacionados con la exposición (diafragma, velocidad, ISO, etc) y poco más.
La profundidad de campo también cuenta
Una buena composición se entiende como lograr el perfecto equilibrio de los sujetos que aparecen en la imagen. Pero esto no sólo implica a los elementos que aparecen en primer término o con un foco perfecto sino que también alude a los distintos planos de la fotografía. Es decir, la profundidad de campo y su equilibrio es un elemento más a considerar.
De hecho es un punto fundamental para lograr un equilibrio correcto entre diferentes sujetos situados a diferentes distancias y que, lógicamente, tienen un peso visual diferente. Usando un objetivo muy luminoso uno puede tener la tentación de emplear siempre un diafragma muy abierto para aislar al sujeto principal pero esto no siempre es la opción idónea para lograr una composición equilibrada.
Utiliza el nivel electrónico de la cámara
La regla del horizonte dice que no se debe situar éste en el centro exacto de la imagen. Y aunque como todas está para romperse, de lo que no habla este principio es de que es importante que las fotografías estén niveladasrespecto al horizonte. Por supuesto, esto tampoco es una máxima irrompible, pero sí bastante recomendable a la hora de componer las imágenes y evitar tener que hacer correcciones posteriores.
Para ello, nada mejor que utilizar los niveles electrónicos que ya incluyen prácticamente todas las cámaras del mercado y que nos ayudan a alinear la cámara perfectamente con el horizonte. Y si no lo tenemos siempre podemos recurrir a un nivel de burbuja de los que se acoplan en la zapata del flash de la cámara.
Olvídate del zoom o usa focales fijas
Este es un consejo que hemos dado muchas veces con el fin de ponernos retos y desde luego también lo es para mejorar nuestra forma de componer. Olvidarnos por una temporada del zoom o bien salir a hacer fotos sólo con objetivos de distancia focal fija nos obligará a movernos para lograr la composición perfecta.
Obligarnos a ello hace que de algún modo nos convirtamos en un elemento más a considerar para componer la imagen y nos abre un mundo de posibilidades a la hora de incluir elementos en la escena. Desde luego muchas más que las que nos ofrece una posición estática y el uso del zoom para acercarnos o alejarnos de la escena.
Limita el número de disparos
La fotografía digital tiene muchas ventajas pero poder disparar en ráfaga como un loco es algo que no beneficia a la hora de componer porque es la forma más sencilla de dejar la composición al azar y de no pensar antes, durante y después de tomar la fotografía.
Así, hay que tratar volver de algún modo a los tiempos de la foto químicaen la que se tomaban muchas menos fotos y tomarse el tiempo que sea necesario para cada fotografía. Una práctica muy recomendable que podemos intentar utilizando algún tipo de truco motivacional como obligarnos a meter una moneda en un hucha por cada foto que hagamos.
Elige elementos impares
Por último a la hora de situar elementos en la imagen es común que resulten más equilibradas las composiciones que se basan en un número impar que las que tienen sujetos en número par, y especialmente el tres es una cifra que funciona muy bien en fotografía.
La explicación es que los números impares son mucho más dinámicos que los pares ya que, al no ser una cifra redonda, obligan al espectador a realizar un recorrido más desigual lo que añade interés y hace que la imagen sea más atractiva visualmente.
Y con esto hemos acabado pero os emplazamos a que estéis atentos a una segunda parte del artículo que dedicaremos al uso de marcos naturales en las fotografías para mejorar nuestras composiciones. Y por supuesto también os animamos a contarnos, a través de los comentarios, otros trucos que conozcáis o utilicéis a la hora de componer y que puedan ser útiles para todos.