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sábado, noviembre 23, 2024

Zannone: La hermosa isla del sexo que se llenó de sangre

 Zannone es la hermana rebelde de otras cinco islas conocidas como Pontinas, donde las aguas son transparentes y reflejan el perfecto cielo azul, para convertir el paisaje en algo extremadamente exótico, pero no más que el oscuro secreto que guarda la isla.

La isla se encuentra en el mar Tirreno, específicamente frente a la costa oeste de Italia. Mide casi 1 kilómetro cuadrado, por lo que se hace fácil recorrerla y además está deshabitada, aunque en algún momento lo estuvo curiosamente.
Me habían solicitado que hiciera un artículo hablando de sexo, y al principio no quise, hasta que vi una fotografía de esta isla y leí un artículo sobre ella, y me causó curiosidad, así que vamos a conocer a Zannone y su sensual historia.
Se ha hecho famosa con el nombre de ‘La Isla de las orgías’ y hasta existe una película que narra los sucesos que ocurrían en la mansión, ubicada en la cima de la isla.
En la cima había un monasterio cisterciense, pero sobre él se construyó una mansión donde posteriormente vivirían el marqués Camillo Casati Stampa di Soncino y su esposa Anna Fallarino.
anna fallarino y su esposo camillo casati  stampa
Anna Fallarino y su esposo Camillo Casati
Stampa, simulando ser un pareja
perfecta ante la sociedad

Anna Fallarino era una peluquera que luego quiso ser actriz, pero fracasó y tuvo que dedicarse a vender en una tienda de ropa, hasta que conoció a Giuseppe Drommi, un rico que le cumplió el sueño de ser actriz, y posteriormente se casó con el marqués Casati Stampa, quien le dio los lujos que quiso hasta que lo «traicionó» y la asesinó en la isla Zannone.

Ya casados, Casati Stampa le dio una sorpresa a Fallarino, contrató un joven para que se acostara con ella mientras él los observaba. El marqués era voyerista y también le gustaba registrar fotográficamente y por escrito cada encuentro que Ana tenía.
CNN relata que en las gavetas de la mansión se encontraron más de 1500 fotografías que mostraban lo que se hacía en Zannone y escritos que el marqués dejaba de cada encuentro sexual.
Al parecer no solo ellos pasaban el tiempo en la isla sino que invitaban a otros ricos para realizar orgias, en fiestas llenas de alcohol y lujuria. En algunos trabajos realizados para sanear la isla, los trabajadores encontraron montones de botellas rotas y vidrios en la tierra.
monasterio del espiritu santo en zannone
Monasterio del Espíritu Santo

Es algo fuerte ver lo que hacía el marqués con Anna, era capaz de contratar cualquier cantidad de jóvenes para que estuviesen con ella y no le importaba pagar. Realizaron eso por más de 11 años y ante la sociedad eran el ejemplo de una pareja perfecta, aunque en realidad todos sabían lo que ellos hacían, solo que fingían perfección.

En un libro lujoso encontrado en la isla se puede leer: «Hoy Ana me ha hecho enloquecer de placer. Ha hecho el amor con un soldado de un modo tan eficaz que, de lejos, también yo he participado de su goce. Me ha costado 30.000 liras, pero ha valido la pena».
Ya mencioné que Zannone es una isla pequeña, y justamente eso era lo que permitía que ellos dieran rienda suelta a sus deseos, porque no era común que la gente llegara allí, de hecho hasta el momento solo es posible llegar allí desde Ponza, la mayor de las islas Pontinas.
piscina de estilo romano en zannone
Piscina de estilo romano donde Anna nadaba desnuda

Se dice que era tanta la libertad que Anna nadaba desnuda en una piscina de estilo romano mientras su esposo practicaba la caza. Aunque al principio ella consintió las ideas de su marido, luego quiso que la relación fuese entre ellos dos solamente.

A los 40 años Anna se sometió a una abdominoplastia reductora en una clínica romana, y también le implantaron silicona, por orden de Casati Stampa. Anna llegó a escribir que su vida se había convertido en un infierno e incluso llegó a odiar a Zannonne porque se sentía sola allí.
Lo que el marqués no pensaba es que Anna a los 41 años se enamoraría de un joven de 25 años llamado Massimo Minorenti. Casati Stampa sabía que Anna amaba a Minorenti y hasta lo escribió en su diario verde pero poco a poco los celos se apoderaban de él.
En 1970 por un ataque de celos, Casati cargó una escopeta con cinco tiros y se encerró con Anna y Minorenti para reclamarles por las relaciones fuera de lo acordado. La discusión se puso fuerte y Casati asesinó a los amantes y luego se suicidó.
Anna recibió 3 tiros, uno de ellos en el pecho y por eso supieron que le habían implantado las siliconas, Minorenti recibió uno en la espalda y otro en el cuello. Casati se suicidó con un disparo en la cabeza con su browning calibre 12.
Emilio Servandio, Psicoanalista, sexólogo y presidente del Centro Psicoanalítico de Roma realizó el perfil psicológico de Casati y concluyó que era voyerista, sadomasoquista y con tendencia al homosexualismo, Servandio dice que eso era motivaba las relaciones que hacía tener a Anna, porque reflejaba su componente femenino en ella.
faro de cabo negro en la isla de zanonne
Faro de Cabo Negro en Zannone
Zannone luego de eso quedó en el abandono, actualmente solo queda un faro y la fachada de la mansión de las orgías y el desenfreno sexual. También quedan algunas estatuas del monasterio y restos de una pequeña capilla.
Quedan en la isla ruinas mezcladas de ‘lo sacro y lo blasfemo’. Lo que lleva a los turistas a visitar ese lugar es la historia de Anna Fallarino y el marqués Casati Estampa.
Lo que me parece curioso a mi es que la casa construida en la cima de Zannone, era totalmente ilegal, por ser construida en un sitio arqueológico, además la isla pertenece al Parque Nacional del Monte Circeo.
Si algún día llegas a visitar la isla, van a contarte las historias de sexo que sucedieron allí, pero dejes que esas historias te hagan pensar mal de la Zannone actual, sus aguas son tan hermosas que cualquiera querría practicar buceo en ellas. Recuerda también que Ana nadaba desnuda en esas aguas.
La moraleja de este post es que pienses bien con quien te relacionas, no dejes que la ambición se apodere de ti y te haga lamentarte de lo que decidiste, que incluso podrías llegar a odiar una preciosa isla como le pasó a Ana.
Con información de Jesús Oca
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