Los candidatos presidenciales de Francia, Marine Le Pen («Front National») y Emmanuel Macron («En Marche!»), cerraron este viernes sus polémicas campañas electorales de cara la próxima segunda vuelta, a realizarse este domingo.
Ambos candidatos han protagonizado fuertes momentos de tensión política en el país, al declararse «antisistemas» y proponer planes radicalmente diferentes para solucionar los problemas por los que atraviesa la nación gala.
A pesar de ser los vencedores de la primera vuelta, Le Pen y Macron han luchado por conseguir el voto de los electores desencantados con el sistema tradicional francés, así como por las voluntades de quienes expresaron su apoyo a los partidos ya descalificados, entre los que se encuentran el Socialista y el oficialista «Les Republicains».
Este viernes, la nacionalista Marine Le Pen fue abucheada al llegar a Reims para dirigir un mitin, mientras que el exministro de Economía del actual Presidente de Francia, Emmanuel Macron, fue rechazado en pleno acto el jueves.
En los más recientes sondeos electorales, Macron aventaja a Le Pen con el 61,5% de la intención de voto, mientras que la nacionalista solo obtuvo el 38,5%.
A pesar que los ahora excandidatos François Fillon («Les Republicains») y Benoit Hamon (Partido Socialista) pidieron a sus simpatizantes apoyar a Macron, aún se mantiene la expectativa sobre a dónde se inclinaría la balanza del 19,6% de los votantes que apoyaron a Jean-Luc Mélechon, quien decidió no respaldar ni a «la peste» ni a «la cólera».
