El desarrollo embrionario humano normal tenía un dogma de progresión unidireccional: óvulo fertilizado → organismo adulto; también, que durante la embriogénesis se producía un orquestado, el cual es un proceso de diferenciación tendiente a generar todos los tipos celulares de un organismo adulto, en un medio ambiente estable con mínimo daño celular y molecular.
Además, se aceptaba que el envejecimiento progresivo conducía a un declive de los mecanismos responsables de una adecuada salud celular, dando como resultado una incapacidad del organismo para mantener la homeostasis.
Este concepto general empieza a cambiar rápidamente, gracias a una mejor comprensión del proceso de envejecimiento.
La reciente demostración experimental de que las células maduras (diferenciadas), de un organismo vivo pueden ser reprogramadas in vitro e in vivo produciendo células pluripotentes semejantes a células madre embrionarias, demuestra que el proceso es bidireccional, más que unidireccional.
Así, lo demuestran trabajos realizados por Juan Carlos Izpisúa Belmonte et al (In Vivo Amelioration of Age-Associated Hallmarks by Partial Reprogramming. Salk Institute for Biological Studies, San Diego, California).
La reprogramación in vivo realizada por estos investigadores en ratones gerontes, ha puesto en evidencia una reorganización de la metilación del ADN y modificaciones de la cromatina, de las histonas y efectos post-translacionales (remodelación epigenetica global/desreguladas durante el envejecimiento).
Del mismo modo, la reprogramación celular realizada en centenarios y en afectos del Síndrome de Progeria (envejecimiento prematuro), ha permitido observar elongamientos de sus telomeros, rejuvenecimiento de sus perfiles de expresión genética y atenuación de sus niveles de estrés oxidativo, generando células rejuvenecidas. Todo el programa del gerontólogo Aubrey de Grey, quien lo creyera…
Aunque algunas veces, la reprogramación celular realizada en ratones in vivo, expuestos a corto plazo (reprogramación parcial), a los factores de Yamanaka (genes :Oct4,Sox2, Klf4 y c-Myc :OSKM), genera teratomas, la mayoría de veces (disminuyendo la dosis de algunos agentes inductores como la doxiclina), se logra extender la vida media de los ratones aliviando sus enfermedades metabólicas, injurias pancreáticas y musculares, confirmándose que el envejecimiento es el factor de mayor riesgo para adquirir la mayoria de enfermedades. La reprogramación parcial, rejuvenece los fenotipos celulares en células humanas y de ratones.
Otro hallazgo de Izpisúa y colaboradores es haber determinado que los cromosomas portan marcas epigeneticas, que contribuyen a mantener fuertemente unidas las hebras del ADN y, por ende, la actividad de los genes. A medida que envejecemos esta actividad se debilita.
Como las modificaciones epigeneticas no son permanentes, es posible reprogramar las células adultas en células madre, rejuveneciendo las marcas epigeneticas, enlenteciendo el proceso de envejecimiento.
Durante el envejecimiento se ponen en evidencia: acumulación de ADN dañado, acortamiento del telomero, senescencia celular, y defectos de la arquitectura de la cubierta nuclear asociadas a un programa único y universal epigenético.
Con información de Noticias24.com