José García
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La rutina de Roger Antonio Casanova es una odisea cada vez que ve losa rayos del sol o la copiosa lluvia que le permite ver un nuevo amanecer. Él y su grupo familiar anhelan ser en lo adelante un gran empresario pues con sus manos y la de sus hijos y esposa elaboran de forma rutinaria productos en pocas cantidades para poder sostenerse y contribuir al desarrollo económico del país.
Roger Antonio Casanova, con inmenso esfuerzo trabaja con las manos sin poseer maquinarias elaborando harinas de maíz, yuca, plátano, yuca, batata, topocho, caraotas, frijoles entre otros rubros en pequeñas cantidades para una población necesitada. Roger Casanova manifestó que la elaboración de sus harinas de forma artesanal le sirve mucho a los pobladores adquirir un producto totalmente natural y sin ningún aditivo.
Agregó que la producción es muy poca hasta ahora porque no posee las maquinarias ni los recursos que le permitan crecer para agrandar su pequeño negocio, sin embargo, confía en Dios que un día será una gran empresa nacional. Ubicados en el sector Alaska, esperan que los organismos le visiten y le puedan apoyar para llevar a cabo el sueño de él y de su familia que es tener una gran compañía que produzca harina de maíz hasta para exportar. “Esto es hecho todo en Upata, criollito y cien por ciento natural”, recordó Casanova.
Por su parte, Carlos Romero exhortó a las instituciones para que le den apoyo a esta clase de emprendimientos que quieren contribuir con el desarrollo económico del país en cuanto a la producción de rubros alimenticios que tanta falta hace en los tiempos actuales.