La desventaja que tienen de 1-3 que tienen los Celtics de Boston en la eliminatoria de las finales de la Conferencia Este frente a los Cavaliers de Cleveland no les impide mantener la esperanza de seguir en la lucha de cara al duelo que les espera mañana con el quinto partido.
Los Celtics son conscientes que lo único que les vale para seguir en la lucha es la victoria y de ahí que llegan al partido, a disputarse en su campo del TD Garden, con la mentalidad de que no hay mañana para ellos si no alcanzan un triunfo.
«Esa es la mentalización que tenemos, la de salir a nuestro campo y luchar de principio a fin en busca de la victoria que pensamos que podemos conseguir y que nos mantendrá en la competición», declaró esta tarde el entrenador de los Celtics, Brad Stevens. «El equipo ya demostró en Cleveland que podemos competir y eso es lo que vamos a hacer».
No importa de la baja del base estrella de los Celtics, Isaiah Thomas, los Celtics demostraron en el tercero y cuarto partido de la serie que están listos para la pelea y sólo la inspiración encestadora del base Kyle Irving (42 puntos) evitó una segunda derrota de los Cavaliers.
De ahí, que los Cavaliers tras haber perdido el invicto en los playoffs, ahora su objetivo es asegurar el pase por tercera temporada consecutiva a las Finales de la NBA, pero sin querer pensar en ellas.
De hecho, el único equipo que llega invicto son los Warriors (12-0) con la mejor marca de todos los tiempos, y toda la concentración de los Cavaliers deberá estar en superar a unos Celtics, que de acuerdo al entrenador de los actuales campeones de liga, Tyronn Lue, son más difíciles de defender que los Warriors.
Los Cavaliers no tienen ninguna duda que les espera otra dura lucha en el quinto partido porque los Celtics se niegan a morir y quedar eliminados.
«Siempre el partido más difícil es aquel en que tienes posibilidades de resolver la serie, y Boston lo hará incluso más complicado», adelantó el alero LeBron James, que aportó sólo 11 puntos en el tercer partido y se recuperó en el cuarto al anotar 34 tantos.
James comentó que los Cavs probablemente necesitaban enfrentar ciertas adversidades, luego de comenzar la fase final con racha ganadora de 10-0.
La forma en que respondieron el martes, particularmente a la defensiva, sería un buen indicio sobre las perspectivas que tiene Cleveland de ganar el jueves su tercera corona del Este en forma consecutiva.
Los Celtics tuvieron un 47 por ciento de acierto en los tiros de campo y el 35 con los triples en la primera mitad del cuarto partido y hasta 16 tantos de ventaja.
Si bien los puntos de Irving encendieron la remontada de Cleveland, ésta fue posible gracias a la labor defensiva del equipo durante los últimos 24 minutos.
Los Cavaliers limitaron a los Celtics al 41 por ciento de los tiros de campo y al 29 en los triples en la segunda parte.
«Tenemos que jugar con la misma mentalidad defensiva que mostramos en el primero y en el segundo partido. Hay que hacer lo habitual, pero debemos defendernos», recalcó James. «Tenemos que ejecutar bien las jugadas ofensivas. Hay que perder pocos balones y debemos intentar que ellos fallen, porque algunos de estos jugadores suelen mejorar como locales. Así jugaremos el encuentro».
Todos estarán atentos al tobillo izquierdo de Irving, que se torció en las postrimerías del tercer periodo del partido anterior, al pisar accidentalmente a Terry Rozier, sin que el entrenador Lue haya definido la jugada como «peligrosa» y «antideportiva».
La misma acción defensiva que protagonizó Rozier se dio en el primer partido de las finales de la Conferencia Oeste que le costó la lesión al alero Kawhi Leonard cuando puso su pie sobre el del pívot georgiano Zaza Pachulia de los Warriors y sufrió un esguince del tobillo izquierdo que lo alejó de la competición en los siguientes tres partidos.
Irving permaneció un momento tendido en la cancha, pero terminó el partido y fue la figura que salvó a los Cavaliers de ver empatada a 2-2 la serie que disputan al mejor de siete.
Con información de Globovision.com