Efectivos de seguridad de Rusia detuvieron este jueves en Moscú a cuatro terroristas que se disponían a perpetrar una serie de ataques contra el transporte público de esa ciudad.
El grupo terrorista, dispuesto a utilizar «artefactos explosivos caseros» para llevar adelante los atentados, está integrado por «ciudadanos rusos y de Asia Central», informó el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) a través de un comunicado.
«La dirección del grupo terrorista, que forma parte del proscrito Estado Islámico (Daesh en árabe), se encuentra en el territorio de Siria», expresó el FSB.
Los terroristas tenían pensado cometer el atentado y luego unirse a las filas de los combatientes que atacan el Gobierno del presidente sirio Bashar al Assad.
En los apartamentos allanados, lugar donde estaban los extremistas, fueron encontrados laboratorios para la fabricación de explosivos y bombas preparadas para su uso inmediato, además de armas de fuego, munición, granadas y literatura y vídeos de contenido extremista.
Según la agencia Interfax, en el apartamento registrado se encontraban varios ciudadanos extranjeros, presuntamente encargados de reclutar terroristas.
