Corea del Norte lanzó el lunes al menos un misil balístico de corto alcance que cayó en el mar frente a su costa oriental, el último de una serie de ensayos que desafían la presión mundial y las amenazas de más sanciones.
Funcionarios surcoreanos dijeron que el misil parecía ser de tipo Scud y voló unos
50 kilómetros. Corea del Norte tiene una gran cantidad de proyectiles de corto alcance, originalmente desarrollados por la Unión Soviética.
El lanzamiento se produce tras dos exitosas pruebas de misiles de alcance mediano y largo llevadas a cabo por el mismo país en varias semanas, un ritmo sin precedentes en el marco de los esfuerzos norcoreanos para desarrollar un proyectil balístico intercontinental capaz de llegar a Estados Unidos.
Corea del Norte probablemente esté mostrando su determinación de continuar con su programa de misiles pese a la la condena internacional, así como para «presionar al Gobierno (surcoreano) para que cambie su política con el Norte», dijo un portavoz del Gobierno en Seúl, Roh Jae-cheon.
El lanzamiento es el tercero desde que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, llegó al poder el 10 de mayo, cuando pidió sostener diálogos con el país vecino. El mandatario afirmó que las sanciones no han conseguido acabar con la creciente amenaza nuclear y el programa de misiles de Pyongyang.
Corea del Norte, que ha llevado a cabo decenas de pruebas de misiles y que ha probado dos bombas nucleares desde 2016, en un desafío a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sostiene que el programa es necesario para hacer frente a la hostilidad de Estados Unidos.
La Casa Blanca dijo que el presidente Donald Trump había sido informado sobre el lanzamiento. El Comando del Pacífico de Estados Unidos informó de que rastreó lo que parecía ser un misil balístico de corto alcance durante seis minutos y evaluó que no representaba una amenaza para Norteamérica.
China reiteró que las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU tienen «normas claras» sobre las actividades de los misiles norcoreanos e instó a Pionyang a no contradecirlas, mientras que Rusia condenó el lanzamiento y también pidió moderación, según dijo la agencia de noticias RIA citando al segundo al mando del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
Japón, en tanto, presentó una protesta contra el lanzamiento del misil norcoreano, que pareció haber caído en su zona económica exclusiva. El primer ministro Shinzo Abe prometió actuar junto con otras naciones para a disuadir a Pyongyang de sus repetidas provocaciones.
«Como acordamos en el reciente G-7, el asunto de Corea del Norte es una prioridad para la comunidad internacional», dijo Abe a periodistas en breves comentarios televisados. «Trabajando con Estados Unidos, tomaremos acciones específicas para disuadir a Corea del Norte», declaró. (I)