El dron más pequeño del mundo es una libélula y cuenta con una minicámara que tiene la capacidad de hacer videos durante el vuelo del insecto sin que muestre indicios de que realiza esa función. Un grupo de ingenieros insertaron neuronas de control en una libélula.
El proyecto implica colocar electrodos en los músculos bajo la técnica de la optogenética que consiste en la activación de neuronas con ayuda de la luz. Esta tecnología fue desarrollada en el Charles Stark Draper Laboratory con ayuda del Howard Hughes Medial Institute de Cambridge, Estados Unidos, reseñó el portal web VenezuelaTime.
El proceso requiere alterar genéticamente a las libélulas, a través de su médula espinal, insertando neuronas de control para que puedan volar y, al mismo tiempo, señalarles el camino para realizar la grabación. La libélula puede mover las patas y las alas en un vuelo de distancia corta, en línea recta.
El grupo de ingenieros tiene previsto incorporar todos los componentes en un solo chip, a fin de controlar completamente al insecto para reducir las dimensiones del sistema electrónico que posee el dron.
Nota tomada de Ultimasnoticias.com.ve