Los niños que usan un teléfono inteligente durante más de tres horas al día, son mucho más propensos a sufrir del llamado síndrome de ojo seco que sus pares menos entusiastas. Esta es la conclusión de científicos coreanos, que publicaron sus hallazgos en la revista BMC Ophthalmology.
Este síndrome se produce cuando no se originan suficientes lágrimas, debido a lo cual los ojos se ponen rojos e irritados, como si tuvieran arena. Por lo general, esta condición se diagnostica en personas mayores, pero es cada vez más común en jóvenes y niños más pequeños. Una de las razones son los teléfonos inteligentes, ya que cuando nos fijamos en la pantalla, parpadeamos cada vez menos y los ojos se secan más.
La teoría fue confirmada en el curso de un estudio de 916 niños coreanos de 7 a 12 años. Los oftalmólogos investigaron su visión y encontraron que el 6,6% de los niños ya tenían síndrome de ojo seco. Casi todos ellos usaban teléfonos inteligentes en promedio 3,2 horas por día. Por otra parte, el 55% de sus compañeros más sanos utilizan sus teléfonos sólo 37 minutos.
Cabe destacar que cuando a los niños se les pidió no utilizar sus smartphones al menos por un mes, los síntomas de la enfermedad casi desaparecieron, escribe The Independent. Una especialista en la llamada desintoxicación digital, Tanya Goodin, aconseja a los padres que no permitan utilizar a sus hijos aparatos móviles una hora antes de acostarse, y evitar largas sesiones ante la pantalla de más de dos horas.
Nota tomada de Noticias24.com