Según la Asociación Suiza de Estandarización, que lleva la base de datos de la Organización Internacional de Estándares, hay 177 monedas nacionales actualmente en uso. Esa lista comprende generosamente cuatro metales preciosos y cuatro unidades de mercado de bonos (códigos XBA a XBD, para los curiosos).
El sitio web de CoinMarketCap incluye 753 criptomonedas, desde Bitcoin y Ethereum hasta StrongHands y Paccoin (valor actual: 0.00000014 dólares).
Dado que una estrella de básquetbol retirada estuvo promoviendo una de esas encarnaciones, vinculada a la marihuana, en un reciente viaje a un país asiático represivo situado al norte de Corea del Sur, estoy tentado de declarar que las criptomonedas ya han alcanzado su cima.
Pero no nos engañemos: la locura dista mucho de haber terminado.Los escépticos del bitcoin se han estado tragando palabras desde que la principal moneda digital alcanzó los US$1.000. Parece que ya pasó mucho tiempo desde enero, ahora que el bitcoin se negocia por encima de los US$2.700.
Aunque el bitcoin ha subido 300% en los últimos 12 meses, lo cual da a sus «monedas» en circulación un valor de 45,000 millones de dólares, la creación de Satoshi Nakamoto en realidad está reduciendo su importancia relativa. Después de haber tenido más del 95% a fines de 2013, el bitcoin representa ahora el 39% del valor de todas las criptomonedas en circulación. Ethereum ha acortado rápidamente la distancia, al pasar de 3.9% a comienzos de año a su actual 31% del total, según CoinMarketCap. Ripple está en el tercer lugar, en torno al 8.8%, después de haber superado brevemente a Ethereum el mes pasado.
El otro 20% del valor criptomonetario se distribuye de manera desigual entre los 750 aspirantes de una fila muy larga. Es posible que algunas criptomonedas lleguen a un nivel de legitimidad que las haga viables a largo plazo. Muchas están apostando no a la absorción masiva sino a una aceptación de nicho: una se postula como la plataforma de los pagos para juegos de apuestas online; otra limita la cantidad de monedas al número de kilómetros entre la Tierra y su luna; una busca ser la moneda oficial de un país ficticio.
Pero el mismo bitcoin sigue siendo tan de nicho que los hackers de WannaCry hicieron una cosecha minúscula tras infectar más de 200,000 computadoras porque insistieron en que se les pagara en la criptomoneda.
Sólo porque el auge es ridículo no significa que carezca de impulso; eso simplemente dice que la consolidación también es inevitable, no en el sentido de las fusiones y adquisiciones tradicionales, sino en la forma en que las aplicaciones de mensajería como AIM, ICQ, Yahoo y MSN silenciosamente dieron paso a WhatsApp y WeChat, lo que más tarde condujo a la ubicuidad de la tecnología de mensajería instantánea.
Morgan Stanley postuló la semana pasada que la aceptación de los Estados será la clave para que continúe el ascenso del bitcoin, con el inconveniente de que habría algún tipo de regulación de la moneda. Eso posiblemente sea cierto, y si los partidarios de las criptomonedas creen que van a lograr generalizarlas sin la aprobación de las autoridades, es probable que estén fumando algo.
