El autor de la explosión en una céntrica estación de Bruselas, que no dejó víctimas, era un marroquí de 36 años, indicó este miércoles el portavoz de la fiscalía federal belga, Eric Van der Sypt.
El sospechoso, abatido posteriormente por soldados, “fue identificado como O.Z.”, nacido en “enero de 1981″ y “de nacionalidad marroquí”, aseguró en rueda de prensa Van der Sypt, quien precisó que el hombre no estaba fichado por hechos de terrorismo.
Los hechos están “calificados de intento de asesinato terrorista”, indicó el vocero del ministerio público especializado en terrorismo, que se hizo cargo de la investigación caso.
Según el relato de la fiscalía federal, el hombre entró a las 20H39 (18H39 GMT) en la Estación Central, donde se dirigió hacia un grupo de viajeros cinco minutos después. “Tomó su maleta gritando y provocando una explosión parcial. Por suerte, no hubo heridos”, según un comunicado.
El hombre abandonó entonces su equipaje en llamas, que más tarde registró “una segunda explosión más violenta”, y se dirigió hacia los andenes a la búsqueda de un jefe de estación, continúa el relato del ministerio público. El equipaje “contenía clavos y bombonas de gas”, agrega.
“Podría haber dejado víctimas”, “podría haber sido mucho peor”, dijo a los periodistas Van der Sypt, quien explicó que había “unos diez pasajeros” alrededor del atacante cuando activó la carga explosiva. “Está claro que quería causar más daño del que provocó”, añadió.
El hombre, que no portaba un cinturón de explosivos, falleció posteriormente por disparos de un soldado sobre el que se precipitó al grito de “Alá Akbar” (Alá es el más grande), explicó la fiscalía.
Bélgica, donde un atentado dejó 32 muertos en marzo de 2016, revivió el martes escenas de pánico, un día después que un hombre atropellara a musulmanes cerca de un mezquita en Londres (un muerto) y otro asaltante muriera en un fallido ataque en los Campos Elíseos de París.
Con información de AFP y Noticias24.com