El Estado es el garante del disfrute pleno de todos los derechos fundamentales inherentes a la existencia humana. Entre ellos, junto al derecho a la vida, la alimentación, la educación y la salud, coexiste el derecho a una vivienda digna, el cual implica un enorme esfuerzo de todos los órganos y entes del Estado, en función de la complejidad social y económica de la solución de los problemas habitacionales.
Por esta misma razón es que la familia Bolívar Guevara se vio en la necesidad de pactar con la dueña de una vivienda el cuido de la misma a cambio de la realización de actividades de albañilería, como por ejemplo aumentar la cantidad de piezas de la morada.
El día miércoles el señor José Bolívar denunció que había sido víctima de del incendio de sus enseres por unos supuestos sujetos que habían entrado a robar únicamente la bombona de gas y un ventilador; pero al mismo tiempo dijo que sospechaba de un amedrentamiento por parte de la dueña de la casa donde vive desde hace más de un año en el sector Rómulo Gallegos, calle 21 de Abril casa número 2.
Y ayer este hombre volvió al diario El Luchador, en esta ocasión con su esposa y madre de sus hijos Betsy Guevara.
Betsy –asustada- comentó que el miércoles en la tarde un grupo de supuestos funcionarios del Cicpc Ciudad Bolívar llegaron de forma amedrentadora a su casa para exigirles que debían abandonar la propiedad, con la amenaza de que tendrían que declarar ante la policía científica las razones por el cual fue incendiada la casa, dejando entrever que sospechaban que había sido José Guevara.
“Mi esposo ni yo tenemos intenciones de atentar contra el mismo techo que nos cubre junto con nuestros cuatro hijos. Así que pedimos a las autoridades que intervengan lo antes posible, porque está en riesgo el bienestar de cuatro menores de edad, a quienes tenemos el deber de garantizarle su salud mental y un techo a donde vivir”, comentó Betsy Guevara.
Esta familia tiene constancia de que viven en esa casa desde hace más de un año, como un acuerdo en el que se logró en aquel entonces con la dueña de la vivienda; pero “jamás invadimos estas piezas, al contrario durante todo este tiempo la hemos cuidado”.
Finalmente piden a las autoridades competentes en el tema de desalojo forzoso a que nos asesores en relación a este conflicto que ha provocado incertidumbre y una guerra que acabó con nuestros pocos enseres, concluyeron. IG
