El verano es la época perfecta para las carreras nocturnas: durante el día es casi imposible salir a correr con las altas temperaturas, pero por la noche refresca y es incluso agradable entrenar o competir después del ocaso.
Durante el año, la mayoría de las carreras se celebra por la mañana, y tenemos más o menos claro que las comidas más importante para rendir correctamente en estas son la cena del día anterior y el desayuno del día de la carrera. Pero, ¿qué debemos comer y a qué hora antes de una carrera nocturna? Te lo explicamos para que puedas sacarle todo el partido a la competición.
Puesto que la carrera es por la noche, la comida más importante de cara al rendimiento pasará a ser la inmediatamente anterior, es decir, la comida o la merienda. Sea cual fuere de las dos, recuerda que deberías ingerirla al menos un par de horas o tres antes de la carrera para que te de tiempo a hacer la digestión correctamente y evitar posibles problemas o molestias estomacales.
Según el portal deportivo, Vitónica, durante el día de la carrera intentaremos que las comidas sean de fácil digestión para que no nos hagan sentir pesados al momento de correr, aumentando ligeramente la cantidad de hidratos de carbono que solemos tomar habitualmente, sobre todo si nos vamos a enfrentar a una carrera de duración más o menos larga (más de una hora).
Para la comida previa a la carrera lo ideal es tomar hidratos de carbono complejos que nos aseguren buenos niveles de energía para la misma, combinados con algo de proteína. Unas tostadas integrales con pavo, un yogur con avena o con frutos secos, o una pieza de fruta con un puñado de nueces pueden ser buenas opciones.
Durante todo el día y especialmente después de la última comida es importante que nos mantengamos bien hidratados. Beber agua (no es necesaria una bebida isotónica) a pequeños sorbos hasta el momento del inicio de la carrera nos mantendrá en óptimas condiciones para competir.
Nota tomada de Sunoticiero.com