Asar carnes a la parrilla, según una numerosa evidencia recolectada y debido principalmente a los componentes de las carnes rojas, atraviesan reacciones bioquímicas que a su vez producen componentes cancerígenos capaces de alterar el ADN de quien los ingiere.
Gran parte de las investigaciones al respecto han sido llevadas adelante en laboratorios o animales, pero nueva evidencia está comenzando a establecer el nexo con los riesgos de cáncer.
Sin embargo los expertos coinciden que no es necesario renunciar a estas deliciosas carnes asadas a la parrilla, ya que al hacerlo con moderación resulte probablemente suficiente para preservar la salud.
Sin embargo es recomendable revisar Google y ver la cantidad de titulares sin duda sensacionalistas que arrojan los resultados, que afirman por ejemplo que comer tocineta equivale a fumar un paquete de cigarrillos, afirma Robert Turesky, un bioquímico toxicólogo de la Universidad de Minnesota en Minneapolis.
Según un análisis de la agencia internacional de investigación sobre el cáncer de la organización Mundial de la Salud presentado en 2015, que ha tomado en cuenta a más de 800 estudios efectuados alrededor del mundo – gran parte de los hallazgos han logrado presentar un argumento convincente sobre los riesgos de consumir carne asadas.
Sin embargo la agencia internacional de investigación sobre el cáncer de la OMS llegó a la conclusión de que la evidencia más fuerte conectaba a las carnes procesadas – como las salchichas, cecina de vaca, panceta y jamón – con el cáncer colorectal. S
Según datos del reporte de la agencia de la OMS, más de 34.000 muertes por cáncer son provocadas a nivel mundial cada año por dietas con alta presencia de carnes procesadas.
Loic Le Marchand, un epidemiólogo del centro del cáncer de la Universidad de Hawaii que colaboró con más de 20 científicos internacionales en el estudio de la OMS, asegura que los estudios demuestran que existen varias formas en las que la carne puede causar cáncer.
Un conjunto de evidencia conduce a los componentes llamados nitratos y nitritos, que son usados durante el procesamiento de la carne y que también se forman en el colon de las personas cuando consumen carne o derivados, incluso aquellos etiquetados como “libres de nitratos”.
Turesky asegura que en general, a mayor temperatura y tiempo de cocción mayores serán los niveles de HAA y PAH. Las encimas en nuestro cuerpo cambian estos químicos a componentes que pueden dañar el ADN. Numerosos estudios han demostrado este daño potencial en células tanto en cultivos como en animales del tipo de roedores y primates.
Nota tomada de Noticias24.com