Conseguir llamar la atención y que la gente se pase el mayor tiempo posible mirando una fotografía es la finalidad cada vez que mostramos una de nuestras obras. Pero para que eso suceda tenemos que conseguir fotografías originales, diferentes, que no se hayan visto antes o que muestren las cosas de una manera distinta.
En el artículo de hoy te voy a dar una serie de consejos para que puedas ponerlos en práctica la próxima vez que salgas a fotografiar.
Puntos de vista diferentes
Suele suceder que damos por hecho que las cosas sólo se pueden fotografiar desde un sitio y con un punto de vista determinado. Muchas veces no nos planteamos que pueden existir otras opciones y ni siquiera exploramos el lugar.
Si estamos en una ciudad podemos movernos, cambiar de posición, intentar encontrar puntos desde donde podamos fotografiar las cosas con otra perspectiva. Si vamos a un lugar muy fotografiado y repetimos la foto no conseguiremos ninguna sorpresa.
Es cierto que en ocasiones, un lugar tiene un punto desde el cual parece que todo encaja, y no debemos evitar hacer esa foto, pero no deberíamos conformarnos. Yo trato de obtener múltiples fotografías de un lugar y luego elegiré la que más me gusta.
A veces es el momento el que crea una situación diferente, una luz, un color. En ocasiones aparecen, en otras las buscamos.
El encontrar un punto de vista distinto es algo que trato de conseguir siempre y algo que me llena de satisfacción cuando lo consigo.
Prueba velocidades lentas
Ahora nos vamos a centrar en utilizar velocidades lentas de disparo. Esto nos va a permitir obtener resultados muy variados. Lo importante ahora no es la nitidez precisamente, sino conseguir otro efecto, aunque es interesante que, a pesar del movimiento, se intuya lo que estamos fotografiando.
Por ejemplo, podemos utilizar la técnica del zooming, que consiste en hacer zoom a la vez que disparamos. Esto crea un efecto como si entráramos en un túnel y nos llevara hasta el fondo.
Podemos realizar movimientos con la cámara adrede, aprovechando que la velocidad es lenta, para que el sensor capte formas. Dependiendo de cómo sean esos movimientos el resultado variará. Es más, a veces, ni siquiera nosotros somos capaces de repetir una misma foto.
Este efecto se puede utilizar en cualquier ámbito, pero es muy frecuente ver fotografías de paisaje o naturaleza utilizando esta técnica. El resultado, en muchas ocasiones es pictórico, dando la sensación de tener una pintura más que una fotografía.
Dependiendo de la velocidad y de lo rápido que hagamos los movimientos podemos obtener fotografías que al verlas somos capaces de identificar los objetos o crear abstracciones.
También podemos incluir la técnica del barrido, que a muchos les gusta, sobre todo cuando empiezan a fotografiar. Con esta técnica podemos desenfocar el fondo y tener un sujeto nítido.
Largas exposiciones
Las largas exposiciones estaban asociadas a la fotografía nocturna, pero desde que se pusieron de moda los filtros ND (Densidad Neutra), es muy habitual ver diariamente fotografías de larga exposición diurna (LED).
Estos filtros permiten alargar la exposición durante el día y conseguir, por ejemplo, que no aparezca gente en un lugar concurrido. Siempre que la gente no se detenga, la poca luz que llega al sensor evita que los capte. Fotografiar un lugar que todos sabemos que siempre está lleno de gente y mostrarlo vacío suele sorprender. Tenemos esa opción o madrugar mucho.
Pero las largas exposiciones nos permiten mostrar movimiento. Un movimiento que aparentemente no podemos ver con nuestros ojos, y que estamos intuyendo. Este es el primer paso para tomar fotografías que hemos imaginado previamente.
Tanto las fotografías donde capturamos las nubes en movimiento, el agua con ese efecto seda, o incluso las trazas de estrellas por la noche, son fotografías que una persona no puede ver, pero que sucede con el paso del tiempo, y la cámara lo captura.
Explorar este tipo de fotografía y pensar en posibles composiciones es otra manera de ir evolucionando y de conseguir que nuestras fotografías, no sólo llamen la atención, sino que sean únicas.
Múltiple exposición
Cada vez hay más cámaras que disponen de la funcionalidad de la múltiple exposición. Algo, que antes se podía hacer con el carrete sin ningún problema, solamente teníamos que no pasar el negativo y disparar dos o más veces sobre el mismo negativo.
Hoy en día algunas cámaras te permiten disparar y fusionar hasta 9 fotos en un sólo archivo. El potencial es enorme y aquí realmente se ve la imaginación a la hora de fotografiar.
Si una fotografía puede ser única, imagínate si combinas dos o más. La idea es conseguir un fondo y con una segunda toma crear un sujeto. Combinarlas pensando que las luces se van sumando para crear siluetas, o utilizar desenfoques imposibles, incluso cambiando de objetivo entre fotografías.